En medio de las tensiones por la designación de Leyton Barrios como rector, un grupo de manifestantes se tomó la sede administrativa de la Universidad del Atlántico.
Durante la Asamblea Estamentaria, se llegó a la decisión a favor del paro, con la adhesión de ocho facultades.
Con esta decisión, la comunidad universitaria declaró un paro indefinido en rechazo a la rectoría de Barrios y solicitó la renuncia de Angely Díaz Cordero como representante estudiantil ante el Consejo Superior.












