El huracán Melissa, el más poderoso de la actual temporada en el Atlántico, comenzó a desplazarse este martes desde Jamaica hacia el oriente de Cuba, dejando a su paso destrucción y al menos nueve personas fallecidas en distintos países del Caribe.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos informó que el ciclón, que alcanzó la categoría 5 con vientos de hasta 295 kilómetros por hora, tocó tierra en Jamaica cerca del mediodía antes de debilitarse levemente a categoría 4. A pesar de la reducción en su intensidad, las autoridades mantienen alertas por lluvias torrenciales, inundaciones repentinas y marejadas ciclónicas.
Según el más reciente boletín del NHC, Melissa se encontraba a 20 kilómetros al este de la Bahía de Montego y a 325 kilómetros al sur de Guantánamo, avanzando lentamente hacia el nornoreste a una velocidad de 13 km/h. Se espera que el fenómeno impacte el sureste de Cuba durante la mañana del miércoles con condiciones consideradas “extremadamente peligrosas”.
Las previsiones indican que el huracán podría dejar acumulados de lluvia entre 38 y 63 centímetros, acompañados de oleajes de hasta 3,6 metros, lo que aumentaría el riesgo de inundaciones costeras y deslizamientos de tierra en zonas montañosas.
En Jamaica, varias calles permanecen inundadas tras el paso del ciclón, que ha dejado tres víctimas mortales en ese país. Otras tres personas fallecieron en Haití, dos en Panamá y una en República Dominicana, según los reportes preliminares.
Tras su paso por Cuba, Melissa podría dirigirse hacia el sureste de las Bahamas, donde ya se preparan medidas preventivas ante la posible llegada del fenómeno.
Con Melissa, ya son tres los huracanes de categoría 5 registrados este año en el Atlántico, aunque este es el primero que toca tierra, evidenciando la fuerza con la que el cambio climático sigue intensificando los eventos meteorológicos extremos en la región.












