Adiós a Björn Andrésen, el joven que encarnó la belleza absoluta en Muerte en Venecia

El mundo del cine lamenta la partida de Björn Andrésen, el actor sueco que a los 15 años se convirtió en un ícono de belleza y sensibilidad tras ser elegido por el director Luchino Visconti para protagonizar la adaptación cinematográfica de Muerte en Venecia, basada en la novela de Thomas Mann.

En 1970, Visconti recorrió Europa en busca del joven perfecto para encarnar la idea de la belleza absoluta. En Estocolmo encontró a Andrésen, un adolescente tímido, al que catapultó de inmediato hacia la fama internacional.

Sin embargo, la exposición temprana tuvo un precio: la experiencia en el rodaje lo sumió en depresión y adicciones, tal como se relata en el documental sobre su vida dirigido por Kristian Petri y Kristina Lindström. La noche del estreno de la película, Andrésen recurrió al alcohol para sobrellevar la soledad y el estrés, un patrón que se repetiría en giras internacionales, como ocurrió en Japón, donde fue inducido a consumir drogas antes de presentarse frente al público.

A lo largo de su vida, Björn Andrésen se convirtió en un símbolo de la belleza efímera y de los riesgos que enfrentan los jóvenes lanzados de manera abrupta al estrellato. Su historia recuerda tanto la fascinación artística de su tiempo como los costos personales de la fama temprana.

Su legado permanecerá en la memoria del cine europeo y mundial, así como en las generaciones que continúan descubriendo Muerte en Venecia, una obra que marcó un antes y un después en la historia del séptimo arte.