Un video que muestra a un bebé llorando mientras sus padres aparentaban tatuarle el brazo desató una ola de indignación en Rusia y en redes sociales. Las imágenes fueron difundidas como parte de un concurso de TikTok vinculado al streamer ruso-bielorruso Andrey Burim, conocido como Mellstroy, quien ofrecía apartamentos valorados en más de 45.000 libras a los videos más “impactantes” que promocionaran su casino en línea.
En el clip, los padres sostienen una máquina de tatuar y simulan escribir en el brazo del niño la frase ‘Mellstroy-Game’. Tras el rechazo masivo, los progenitores aclararon que el tatuaje era falso, realizado con un bolígrafo, y que las agujas de la máquina fueron retiradas antes de grabar. “No tatuamos al niño. Fingimos hacerlo”, dijo la madre al medio Izvestia.
El propio Mellstroy, seguido por más de 7,6 millones de personas, se desmarcó del hecho y pidió que no se involucrara a menores en los retos. “Es absolutamente inmoral”, declaró.
Sin embargo, el caso generó la intervención de instituciones rusas. Ekaterina Mizulina, directora de la Liga por un Internet Seguro, solicitó una investigación penal, argumentando que, aunque el tatuaje no fuera real, el video mostraba al bebé llorando y promovía comportamientos peligrosos para jóvenes. Mizulina alertó que muchos usuarios han protagonizado actos extremos por atraer atención en redes sociales, desde destruir documentos hasta prenderse fuego, todo por premios ofrecidos por estafadores.
Hasta ahora, las autoridades rusas no han confirmado si abrirán una investigación formal, mientras el video continúa circulando en varias plataformas a pesar de ser retirado de algunas cuentas.












