Crisis entre Colombia y EE. UU.: sanciones, renuncias y despliegue militar

La relación entre Colombia y Estados Unidos atraviesa su momento más tenso en décadas. El presidente colombiano, Gustavo Petro, y varios miembros de su familia fueron incluidos en la Lista Clinton por presuntos vínculos con narcotráfico y lavado de activos, tras semanas de acusaciones de Donald Trump sobre el aumento de la producción de cocaína en el país, que superó las 3.000 toneladas anuales.

El anuncio del 24 de octubre provocó la renuncia inmediata del ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, y generó un efecto dominó en la política interna y externa de Colombia. Petro respondió asegurando que Trump había sido mal informado por sus asesores y alertó sobre la suspensión de facto del Tratado de Libre Comercio entre ambos países.

La crisis escaló con el despliegue de fuerzas militares estadounidenses en aguas del Caribe y el Pacífico, operaciones que dejaron más de 30 muertos y que el gobierno colombiano y organizaciones internacionales calificaron de violaciones al derecho internacional. Petro llamó a consultas al embajador en Washington y trabaja en redefinir las alianzas internacionales del país.

En paralelo, la absolución del expresidente Álvaro Uribe permitió su regreso al escenario político, mientras Petro impulsa reformas judiciales y movilizaciones sociales, profundizando la polarización interna. A nivel regional, las relaciones con Venezuela y Nicaragua también se han visto afectadas, en un escenario de aislamiento diplomático sin precedentes para Colombia.