Seis manjoles en el Rodadero Sur están rebosando sin control.
Fotografías en redes sociales dejan ver cómo Santa Marta vive una nueva “atracción turística” por cuenta del alcantarillado, afectando no sólo a propios sino a extraños que llegan a la ciudad.
Vecinos que residen en el sector de Gaira se han quejado de los malos olores que se sienten en el sector, así como enfermedades que afectan a los menores de edad.

Lo más curioso del caso es que a pocos metros está una estación de bombeo de ESSMAR, los cuales no han hecho nada por controlar la situación, ante las quejas crecientes de la comunidad.

Los samarios se preguntan si esta será una nueva estrategia ecológica para fomentar los riachuelos urbanos o si simplemente el sistema colapsó, cómo ha sucedido en varias oportunidades.
Estas denuncias se han hecho virales a través de redes sociales y han desatado las quejas de la comunidad contra la admi distrital.










