Las relaciones entre Colombia y Estados Unidos atraviesan uno de sus peores momentos en años. Este jueves, el presidente Gustavo Petro respondió desde Bogotá a los ataques de Donald Trump, quien lo acusó de ser “un líder del narcotráfico” y suspendió la ayuda financiera estadounidense.
Petro defendió los logros de su Gobierno en la lucha antidrogas, asegurando que Colombia ha logrado la mayor incautación de cocaína en la historia y que el crecimiento de los cultivos de coca pasó del 43 % al 3 % entre 2021 y 2024.
El mandatario denunció una supuesta alianza entre Washington y sectores de la extrema derecha colombiana en Miami, a quienes calificó de “narcotraficantes” interesados en influir en las elecciones de 2026.
Respecto a la ayuda estadounidense, Petro restó importancia a los recortes financieros, indicando que los fondos van a ONGs controladas por USAID, y señaló que los aranceles al petróleo y carbón colombianos afectarían solo una fracción de las exportaciones.
La tensión escaló con los recientes bombardeos de lanchas en el Pacífico, operaciones antidrogas de EE. UU. que han dejado al menos nueve embarcaciones destruidas y decenas de muertos, incluyendo a un pescador colombiano, Alejandro Carranza. Petro calificó los hechos como “ejecuciones extrajudiciales” que violan el derecho internacional.
Con declaraciones cruzadas, sanciones y operaciones militares, el pulso entre Petro y Trump evidencia un choque político y diplomático sin señales de desescalada.












