El viernes 24 de octubre de 2025, Gustavo Petro vivió un giro inesperado en su agenda: mientras buscaba firmas para su propuesta de constituyente, su ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, presentó su renuncia. Montealegre, quien estuvo cinco meses al frente del ministerio, explicó en su carta de despedida su profundo desacuerdo con la decisión del Tribunal Superior de Bogotá de absolver a Álvaro Uribe Vélez, a quien calificó de “criminal de guerra y corrupto”.
En la misiva, Montealegre manifestó que se dedicará a proteger sus derechos y evitar que los actos de impunidad queden sin castigo, asegurando que Uribe nunca responderá por las masacres de El Aro y La Granja, pues “la justicia se inclina sumisa ante su poder”.
El exministro también dejó una advertencia directa a Petro: “Cuídese mucho: en palacio hay traidores que acechan con dagas peligrosas”, sugiriendo que hay funcionarios dentro del gobierno cuya lealtad es cuestionable. Su carta fue presentada antes de la moción de censura que se esperaba en el Congreso, para la cual, según la senadora Paloma Valencia, ya existían los votos suficientes.
Montealegre tuvo enfrentamientos previos durante su gestión, incluyendo disputas con el senador Armando Benedetti y el actual Procurador General, Gregorio Eljach, a quien incluso pidió que fuera detenido por considerarlo un peligro para la justicia.
Mientras se nombra al nuevo ministro —se espera que sea una mujer para fortalecer la paridad de género—, Augusto Ocampo asumirá temporalmente la cartera. La renuncia de Montealegre coincide además con una investigación preliminar del Procurador por presunta participación política.











