Decenas de comerciantes que llevaban más de 30 años trabajando en el Parque Tayrona fueron desalojados recientemente, dejando sus negocios y sustento literalmente tirados en el suelo.
Los afectados, conocidos como caseteros, dependían de los pequeños negocios dentro del parque para ganarse la vida, pero las autoridades habrían decidido retirar los puestos y mercancías, generando indignación entre la comunidad y turistas que presenciaron la medida.
El hecho abre un debate sobre la preservación del parque versus los derechos de quienes históricamente han trabajado allí, y plantea interrogantes sobre alternativas de sustento para las familias afectadas.











