Después del revuelo causado por un presunto acto de discriminación racial en el Centro Histórico, Cartagena decidió pasar de la indignación a la acción. La Alcaldía Distrital, junto con representantes de la comunidad afro y empresarios del sector nocturno, inició una serie de jornadas educativas para promover la inclusión y el respeto en los establecimientos comerciales.
El episodio que desató la controversia ocurrió en el gastrobar El Pasquín de Joaco, donde a dos jóvenes afrodescendientes se les impidió la entrada, aparentemente por motivos raciales. El hecho generó rechazo masivo en redes sociales y reabrió un debate nacional sobre los límites del derecho de admisión.
Como respuesta, la administración local activó un plan de sensibilización liderado por el Programa de Asuntos Étnicos de la Secretaría del Interior. La primera capacitación se realizó en el mismo establecimiento donde ocurrió el incidente, con la participación de los jóvenes afectados, personal del bar y líderes comunitarios.
Durante la jornada se abordaron temas como la identidad étnica, el autorreconocimiento y la responsabilidad social del sector turístico frente a la diversidad. Según la Alcaldía, el objetivo es “convertir un hecho doloroso en una oportunidad para educar y construir una Cartagena más justa y respetuosa”.
Estas acciones se extenderán a otros gastrobares, discotecas y espacios públicos de la ciudad. La meta, según las autoridades, es erradicar cualquier práctica de exclusión y fortalecer una cultura de igualdad que refleje la riqueza multicultural que caracteriza a la capital de Bolívar.











