La ciudad de Barranquilla enfrenta una situación de sobreendeudamiento que alcanza los $4 billones, luego de que el Gobierno nacional, bajo la administración de Gustavo Petro, otorgara tres avales importantes para financiamiento internacional.
El primero se concedió en septiembre de 2022, con Deutsche Bank Ocampo, por US$100 millones. Posteriormente, en junio de 2025, se aprobó un segundo aval con JPMorgan, mediante subrogación, por US$83,3 millones. El más reciente, también con Deutsche Bank AG, fue aprobado este año por US$150 millones.
Estas operaciones financieras han generado preocupación sobre la capacidad de pago de la ciudad, el impacto en la gestión presupuestal local y los posibles efectos sobre la inversión en proyectos sociales y de infraestructura.
Expertos advierten que la combinación de los tres avales y el crecimiento de la deuda colocan a Barranquilla en un escenario de estrés financiero, y solicitan medidas de transparencia y planificación para evitar comprometer la sostenibilidad fiscal de la ciudad en los próximos años.
