Por Jorge Lujan López
Colaborador
Conversando con mis amigos de siempre, doctores Ruderico Trujillo, Gustavo Arrieta, Benicio Sánchez y Antonio Marimón, quienes hasta ahora no han mostrado signos de calvicie, les manifesté que los especialistas en esta materia insisten en que puede ser un aviso de desbalance hormonal, estrés, deficiencias nutricionales, incluso hasta enfermedades autoinmunes.
El Dr. Martín Castillo asegura que el “error más común de los pacientes es esperar que el problema avance antes de hacer la consulta pertinente”. “Si lo detectamos a tiempo, en la mayoría de los casos podemos revertirlo. Pero si dejamos pasar los signos, las soluciones tienden a ser más costosas, extensas o incluso imposibles”.
La caída capilar. Los expertos explican tienen múltiples orígenes: en los hombres el más frecuente es la Alopecia Androgénica, esta es una condición hereditaria que afecta a siete de cada diez hombres entre los 20 y 40 años. Este tipo de calvicie está vinculado a la acción de la hormona Dihidrotestosterona (DHT) que debilita progresivamente los folículos pilosos hasta cerrarlos por completo. “Cuando el folículo se cicatriza, no hay vuelta atrás. Allí ya no sirven ni las vitaminas, ni los tratamientos tópicos. La única solución que se vislumbra es el injerto capilar.
Se advierte últimamente, que el estrés se ha convertido en una de las causas más visibles de pérdida del cabello, en estas últimas décadas.
Lo que llaman los médicos la Lopera Areata, aparece después de episodios de alta tensión emocional, por ejemplo, cuando se trata de la pérdida de un ser querido, o un embargo que deja en la ruina a una familia, otro ejemplo sería el divorcio. En estos casos el sistema inmunológico produce un exceso de anticuerpos que terminan atacando los folículos generando parches circulares de calvicie en la cabeza, la barba y a veces también en las cejas, como también se puede producir la pérdida total del pelo.
Otro de los aspectos que juega un papel importante, según el Dr. Castillo, es la alimentación; cuando se trata de una dieta sin suficiente proteína animal, esto afecta la producción de queratina, esto se refiere a la proteína que conforma el 90% del cabello. Aunque las fuentes vegetales son válidas, no siempre aportan los aminoácidos especiales para mantener un pelo fuerte. “Faltando la materia prima adecuada, el pelo se vuelve más fino, quebradizo y se cae con facilidad. Por eso las personas que siguen dietas vegetarianas, deben prestar especial atención a la calidad de su ingesta proteínica, recurriendo a combinaciones de alimentos o suplementos nutricionales.
Debo informar que apartes de este artículo lo tomé del periódico El Tiempo, en su edición del 14 de octubre del año en curso. Perdonen mis distinguidos lectores cualquier falla en esta materia.