Miguel “El Mono” Martínez reapareció públicamente criticando el deterioro del Instituto Técnico Industrial de Santa Marta, asegurando que “la Gobernación del Magdalena no ha hecho ningún esfuerzo para mantener o resolver los problemas del colegio”.
No obstante, especialistas y fuentes locales cuestionan su postura, recordando que el actual estado del colegio no es responsabilidad exclusiva del gobierno departamental. En 2017, la entonces gobernadora Rosa Cotes bloqueó la restauración de La Industrial y de otras 13 instituciones educativas, pese a que los proyectos contaban con $11.000 millones destinados al colegio, cofinanciados con el Ministerio de Educación, y $3.325 millones ya asegurados por el Distrito de Santa Marta.
El oficio emitido por Cotes el 24 de enero de 2017 frenó la obtención de licencias de construcción y detuvo las obras de modernización, dejando a la infraestructura abandonada durante años.
Ante este panorama, se cuestiona si la indignación de Martínez responde a un genuino interés por la educación o si se trata de un intento de capitalizar políticamente un problema que no supervisó ni resolvió cuando pudo. Algunos analistas señalan que Martínez, cercano al clan político de Cotes, omite sus vínculos y responsabilidades políticas mientras acusa a terceros del deterioro histórico.
El hecho pone sobre la mesa la pregunta: