La instalación de cámaras de fotomultas en distintos sectores de Santa Marta ha generado un creciente descontento entre los ciudadanos, quienes aseguran sentirse perseguidos por las sanciones automáticas y denuncian que estas medidas afectan más la economía de los conductores que la seguridad vial.
Habitantes de zonas como Bastidas y La Zuca han señalado que la actual administración distrital, liderada por el alcalde Carlos Pinedo, ha permitido una expansión sin precedentes de estos dispositivos, lo que ha generado críticas y un ambiente de molestia generalizado. “Ya no se puede transitar tranquilo; cada esquina parece un punto de recaudo disfrazado de control”, afirmó un conductor local.
A la inquietud por las fotomultas se suma la polémica por presuntas intervenciones políticas desde la Alcaldía. Diversos sectores acusan a funcionarios de favorecer a un candidato a la Gobernación del Magdalena, lo que ha intensificado el debate en la recta final hacia las elecciones.
Frente a esta situación, la ciudadanía exige transparencia, equidad y medidas que prioricen realmente la seguridad vial, dejando de lado las prácticas que consideran recaudatorias. La proliferación de cámaras de fotomultas se perfila como uno de los temas más controvertidos de la campaña electoral en la ciudad.












