Un ataque aéreo estadounidense en aguas del Caribe terminó con la vida de Alejandro Carranza Medina, pescador de 40 años de Santa Marta, lo que provocó un aumento significativo de la tensión entre Colombia y Estados Unidos.
El presidente Gustavo Petro desmintió las acusaciones de las autoridades estadounidenses, que afirmaban que la embarcación atacada pertenecía al grupo guerrillero ELN y estaba involucrada en narcotráfico. Según Petro, la lancha era propiedad de una familia humilde que obtenía su sustento de la pesca. “Era un hombre sencillo que vivía del mar. ¿Qué le dice usted a su familia por ayudar a asesinarlo?”, expresó el mandatario colombiano.
Carranza Medina, conocido en algunos círculos como ‘Coroncoro’, tenía antecedentes judiciales. En 2016 se declaró culpable por el robo de 264 armas del comando de la Policía Metropolitana de Santa Marta, en un caso vinculado con las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada. A diferencia de otros implicados, fue el único civil que asumió su responsabilidad.
Familiares de Carranza aseguran que él se dedicaba únicamente a la pesca y que su embarcación presentaba problemas técnicos. Por su parte, organismos estadounidenses sostienen que la lancha estaría vinculada al transporte de drogas, basándose en los presuntos nexos de Carranza con estructuras armadas financiadas con narcotráfico.
La muerte del pescador deja en duelo a su familia, que ya había perdido a otros dos hijos en incidentes anteriores durante este año. Mientras tanto, se espera que las investigaciones oficiales determinen con claridad las circunstancias del hecho y las responsabilidades correspondientes.