Bolivia protagonizó este domingo una jornada electoral sin precedentes al celebrar por primera vez en su historia una segunda vuelta presidencial. Más de 7,5 millones de ciudadanos fueron convocados a las urnas para elegir entre Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, de la alianza Libertad y Democracia, quien gobernó el país entre 2001 y 2002.
El proceso se desarrolló con normalidad en las nueve regiones del país, según confirmó el presidente en funciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel, quien indicó que el Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (Sirepre) comenzará a publicar los primeros resultados entre las 20:00 y 21:00 horas. El conteo oficial se espera para mediados de semana.
La Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por el exministro colombiano Juan Fernando Cristo, calificó la jornada como “satisfactoria” y destacó la participación ciudadana superior al 50 %. Cristo exhortó a los candidatos a esperar los resultados “con calma y prudencia”.
Durante la jornada, los dos aspirantes emitieron su voto y enviaron mensajes contrastantes. Rodrigo Paz Pereira afirmó que “Bolivia y el voto están por encima de la guerra sucia”, en alusión a las tensiones que marcaron la campaña. En tanto, Jorge “Tuto” Quiroga invitó a la población a ejercer su derecho al voto y aseguró que el país vive “una oportunidad histórica para cambiar su destino después de dos décadas de hegemonía del MAS”.
El expresidente Evo Morales también participó en los comicios desde su bastión en el Trópico de Cochabamba, aunque señaló que ninguno de los candidatos representa al movimiento popular ni indígena. Morales, quien no participó en la contienda por carecer de partido político, sigue enfrentando procesos judiciales que limitan su accionar político.
Los comicios de este 19 de octubre se realizaron en medio de una compleja coyuntura económica marcada por la escasez de combustible, la falta de divisas y una inflación que ronda el 25 % anual. Ambos candidatos prometen medidas para revertir la crisis. Paz propone un modelo de “capitalismo para todos” y mayor descentralización del Estado, mientras que Quiroga plantea reformas estructurales para estabilizar la economía, fortalecer la justicia y promover la inversión privada.
La segunda vuelta definirá quién sucederá al presidente Luis Arce y conducirá el país durante el periodo 2025–2030, en lo que muchos analistas describen como un punto de inflexión en la política boliviana tras más de 15 años de dominio del Movimiento al Socialismo.
El país espera con expectativa los primeros resultados, en una elección que podría marcar el inicio de un nuevo ciclo político en Bolivia.