Entra en operación la nueva línea eléctrica que transportará energía renovable desde La Guajira hacia el caribe y el centro del país

Colombia dio un paso decisivo en su transición energética con la puesta en marcha de la línea de interconexión Cuestecitas–Copey–Fundación, una obra desarrollada por ISA a través de su filial Intercolombia, que permitirá evacuar la energía renovable generada en La Guajira, uno de los territorios con mayor potencial eólico y solar del país.

El proyecto, valorado en USD 147 millones y adjudicado por la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME), conecta por primera vez al departamento con una red de 500 mil voltios, marcando un antes y un después en la infraestructura eléctrica nacional.

El acto de inauguración se llevó a cabo en el municipio de Albania (La Guajira) y contó con la presencia del ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, la ministra (e) de Ambiente, Irene Vélez Torres, representantes de las comunidades locales y directivos de las empresas ejecutoras.

una apuesta por la energía limpia y confiable

Según el Ministerio de Minas y Energía, esta línea es clave para transportar la energía producida por los parques renovables en La Guajira hacia el resto del país, fortaleciendo la confiabilidad del sistema eléctrico y ampliando la cobertura energética en la región Caribe.

“Esta infraestructura demuestra el compromiso del Gobierno del Cambio con una transformación energética justa, limpia y al servicio de la gente. La conexión de La Guajira con el resto del país representa un hito para el desarrollo sostenible”, señaló el ministro Edwin Palma.

Por su parte, Irene Vélez Torres, ministra (e) de Ambiente y directora de la Anla, destacó que el proyecto fue construido bajo criterios de sostenibilidad e inclusión.

“Este es un ejemplo de cómo se puede avanzar en la transición energética respetando la diversidad cultural y ambiental. La Guajira no es un obstáculo, es la muestra de que sí se puede construir un futuro verde con las comunidades como protagonistas”.

Inversión social y sostenibilidad ambiental

Además del impacto energético, el proyecto incluyó un plan de inversión social de 13 mil millones de pesos, distribuidos en 71 iniciativas comunitarias para mejorar la infraestructura social, los servicios públicos y las oportunidades productivas.

Con los pueblos indígenas wayuu y otras comunidades étnicas se concertaron 18 acuerdos de compensación sociocultural, garantizando la participación ciudadana y el respeto por los derechos ancestrales durante toda la ejecución.

En materia ambiental, ISA e Intercolombia destinaron 54 mil millones de pesos en mitigación y compensación de impactos, con la restauración de 900 hectáreas de ecosistemas estratégicos y la aplicación de tecnologías de bajo impacto como el sistema GIS encapsulado.

El Programa de Arqueología Preventiva permitió además recuperar importantes vestigios culturales y cerámicos en los departamentos de La Guajira, Cesar y Magdalena, reforzando el componente patrimonial del proyecto.

Un nuevo capítulo en la transición energética

La entrada en operación de esta línea consolida a La Guajira como epicentro de la generación de energías limpias en Colombia, abriendo el camino para nuevos proyectos eólicos y solares que contribuirán al abastecimiento energético nacional y a la meta de reducir las emisiones de carbono.

Con esta obra, el país refuerza su compromiso con un modelo energético más sostenible, equitativo y moderno, en el que la innovación, la participación comunitaria y el respeto ambiental se convierten en pilares del desarrollo nacional.