Crece la indignación en todo el país por el secuestro de varios integrantes del Ejército Nacional y la Policía de Colombia, retenidos en Cauca, Nariño y Arauca por estructuras del ELN y las disidencias de las FARC, al mando de alias ‘Mordisco’.
Las autoridades calificaron el hecho como un acto de violencia extrema que viola de manera flagrante los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario (DIH).
“Estos héroes fueron secuestrados en total indefensión. Su cautiverio refleja el desprecio absoluto de los criminales por la vida, la ley y la dignidad humana”, señalaron desde la Fuerza Pública.
El pronunciamiento exige a los grupos armados la liberación inmediata de todos los uniformados, al tiempo que hace un llamado urgente a la comunidad nacional e internacional para que intervenga y presione su retorno con vida.
“Colombia los espera, sus familias los necesitan y la Fuerza Pública seguirá firme hasta derrotar a quienes siembran miedo y dolor”, enfatiza el comunicado.
El secuestro de los uniformados ocurre en medio de un clima de creciente tensión en el suroccidente del país, donde las acciones violentas de estos grupos han puesto a prueba los esfuerzos de paz y la seguridad de las regiones más afectadas por el conflicto armado.
