La tregua que prometía paz en el Atlántico se tambalea.
Aunque los temidos cabecillas Digno Palomino, líder de
Los Pepes, y Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias
Castor, jefe de
Los Costeños, anunciaron desde julio su intención de someterse a la justicia y poner fin a años de violencia, en las calles el silencio de las armas sigue siendo relativo.
Investigaciones recientes revelan que, tras bambalinas,
una extensa red de “mandos medios” continúa operando, desafiando los compromisos de sus jefes. Son ellos quienes sostienen las finanzas, los sicariatos y las extorsiones que aún golpean a Barranquilla y su área metropolitana.
El comandante de la Policía Metropolitana, coronel Edwin Urrego, informó que en septiembre se registró una
reducción del 55 % en homicidios en Barranquilla y del 50 % en el área metropolitana, en comparación con el mismo periodo del 2024.
Sin embargo, aclaró que
solo el 17 % de esa baja se debe a la tregua entre
Los Pepes y Los Costeños.
Los números hablan:
42 personas fueron asesinadas en septiembre, 36 de ellas en ataques sicariales. Barranquilla (22), Soledad (9), Galapa (7), Malambo (2) y Puerto Colombia (2) fueron los principales escenarios de los crímenes.
Los que siguen mandando desde las sombras
Fuentes de inteligencia confirmaron la existencia de una lista de integrantes que
mantienen activas las operaciones criminales de ambas organizaciones.
En
Los Costeños, destacan
Otón Alfredo Peralta Estupiñán y
Carlos Alberto Ortiz Blanco, alias
Cachete, ambos recluidos pero aún con control sobre sus “cachorros”. También figuran
Félix Junior Peña Escorcia, alias
Junior Guerra, considerado la mano derecha de
Castor y actual responsable de finanzas, tráfico de armas, microtráfico y préstamos “gota a gota”.
Otro nombre clave es
William Alfredo Arrieta Guerrero, alias
Pochi, señalado de manejar la logística del grupo: armas, transporte y escondites.
A ellos se suman alias
Joel, Piraña, El Menor, El Jerry, El Chote, El Bebo, El Brayan, Luchito, Karina, Pipiolo, Primo Loco y Negrito del Rubí.
Del lado de
Los Pepes, las autoridades señalan a
un familiar directo de Digno Palomino, junto a
alias Alex Bula, El Gomelo y Erick Chupeta.
Varios están presos o con órdenes de captura, pero pocos enfrentan condenas firmes, lo que podría derivar en
impunidad o prescripción de sus delitos.
¿Sometimiento real o estrategia judicial?
Expertos advierten que la supuesta tregua podría ser
una maniobra para obtener beneficios judiciales, más que un proceso auténtico de paz.
Las estructuras criminales conservan jerarquías sólidas y cadenas de mando activas, lo que pone en duda la verdadera intención de los cabecillas.
La gran incógnita es si los mandos medios —esa base operativa y financiera de los grupos— también se someterán o
formarán disidencias más pequeñas y difíciles de controlar.
No son los únicos
Aunque
Los Pepes y
Los Costeños concentran la atención,
otras tres organizaciones también operan en Barranquilla y su área metropolitana:
- Los Rastrojos-Costeños, liderados por Óber Ricardo Martínez, alias “El Negro Óber”, el Clan del Golfo, y Los Papalópez.
Estas estructuras replican los mismos métodos de extorsión, microtráfico y sicariato.
La alcaldesa de Soledad,
Alcira Sandoval, pidió que estas bandas
“no pasen de agache” en los diálogos con el Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño.
“La idea es erradicar completamente la extorsión y los homicidios en todo el municipio y el área metropolitana”, subrayó.