El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirigió al Knesset israelí con un discurso triunfal donde proclamó el fin de la guerra en Gaza, en un momento que calificó como “grande y hermoso”, tras estampar su firma en el libro de visitas del parlamento israelí.
Durante su intervención, afirmó que no hay más objetivos militares que alcanzar y subrayó que ahora es hora de traducir los logros en el campo de batalla en paz duradera para Medio Oriente. Dijo que generaciones venideras recordarán este como el momento en que todo cambió. El anuncio ocurre en el contexto del plan de paz de 20 puntos promovido por Trump, que incluye el cese del fuego, la liberación de rehenes israelíes y la participación en una negociación sobre el futuro de Gaza.

Si bien Trump fue recibido con aplausos y ovaciones en el parlamento, algunas voces disidentas insistieron en que la guerra no ha terminado realmente: desafíos en la implementación del acuerdo, el control territorial y el desarme de Hamás siguen siendo interrogantes críticos. El mandatario también exaltó el regreso de los rehenes vivos como un punto clave del acuerdo, y elogió a Israel por haber alcanzado sus metas militares. Invitó al país a centrarse ahora en reconstruir Gaza y crear las condiciones de estabilidad política. De esta manera, Trump marca un momento histórico en el escenario internacional, con la esperanza de que su intervención diplomática sea recordada como el inicio de una nueva era de paz en la región.