México enfrenta una emergencia tras las intensas lluvias que comenzaron el pasado jueves, dejando al menos 37 personas fallecidas y una gran destrucción, según reportes del gobierno federal. Los estados más afectados son Hidalgo, Puebla, Veracruz y Querétaro, ubicados en la Sierra Madre Oriental, una región montañosa del centro y este del país.
La Secretaría de Seguridad informó que Hidalgo registra 22 muertes, Puebla nueve, Veracruz cinco y Querétaro una. Hasta la noche del viernes, las víctimas mortales eran 28.
Las precipitaciones, que se presentan al final de la temporada húmeda, fueron intensificadas por un sistema tropical que ingresó desde el Golfo de México, causando deslaves, derrumbes e inundaciones. Más de 35.000 viviendas resultaron dañadas, obligando a numerosas familias a abandonar sus hogares. Asimismo, carreteras principales y caminos rurales permanecen cerrados, mientras que cortes de electricidad y problemas en telecomunicaciones complican la comunicación entre las comunidades afectadas.
El gobierno federal ha desplegado cerca de 10.000 militares para asistir a los habitantes de 117 municipios afectados. Entre los testimonios, Marcos Aparicio, docente en Tulancingo, Hidalgo, relató que tuvo que pasar la noche en su camioneta debido a los derrumbes, mientras que Celso Santos, comerciante, contó cómo tuvo que correr para evitar ser arrastrado por el agua y piedras.
Meteorólogos señalan que la temporada de lluvias de este año ha sido especialmente intensa y que las precipitaciones se han visto influenciadas por un desfase estacional y la geografía montañosa de la región. En el litoral del Pacífico, las autoridades monitorean la tormenta tropical Raymond, ubicada a 170 km de Baja California y con vientos sostenidos de 65 km/h, que se espera pierda fuerza rápidamente. Se han registrado afectaciones menores en los estados de Michoacán, Chiapas, Guerrero y Oaxaca.