La Alcaldía de Santa Marta presentó ante el Concejo Distrital el Proyecto de Presupuesto General de Ingresos, Gastos, Rentas e Inversión para 2026, por un valor de $1.722.506.140.757, destacando que más de $722 mil millones estarían destinados a inversión en obras, la cifra más alta proyectada en la historia reciente de la ciudad.
¿Cuáles serían las «obras» a las que se refiere el alcalde Pinedo?
La propuesta representa un crecimiento del 12% frente al presupuesto aprobado para 2025, un salto de optimismo fiscal y una apuesta política de alto riesgo: cumplir las promesas de transformación en una ciudad que reclama resultados.
Sin embargo, esta cifra plantea interrogantes sobre el destino del restante del presupuesto, que asciende a más de $1 billón. Aunque la administración asegura que se priorizarán áreas estratégicas y el cumplimiento de las metas del Plan de Desarrollo ‘Santa Marta 500+’, no se han detallado aún los rubros específicos que cubrirán el funcionamiento administrativo, los gastos corrientes y otros compromisos financieros de la ciudad.
El secretario de Hacienda Distrital, Gonzalo Gutiérrez, afirmó que el presupuesto está diseñado bajo criterios de transparencia y responsabilidad fiscal, pero aún quedan preguntas entre los samarios sobre cómo se distribuirán los recursos en educación, salud, seguridad, programas sociales y otros servicios esenciales para los samarios.
¿Presentará el alcalde Pinedo el cronograma de proyectos detallados con valores de lo que destinará con el dinero restante del presupuesto 2026? Esto, en consonancia cuando se habla de criterios de transparencia y responsabilidad fiscal
Por su parte, expertos en finanzas públicas señalan que aunque el énfasis en inversión en obras es positivo, es fundamental que el Concejo y la ciudadanía conozcan con claridad y transparencia cómo se planea ejecutar el restante del presupuesto, evitando que se convierta en un margen «opaco» para gastos administrativos o «compromisos» no priorizados.
Con el inicio del análisis y debate en el Concejo Distrital, será clave que la Alcaldía aclare el uso de estos recursos, garantizando que cada peso contribuya al desarrollo integral de Santa Marta y no solo al crecimiento visible en obras físicas.
El documento del presupuesto 2026 ahora pasa al escrutinio del Concejo Distrital, allí los concejales deberán analizar y profundizar el uso que se le dará a cada rubro y decidir si acompañan la visión de Carlos Pinedo o la someten al juego político. «la decisión parecen conocerla todos los samarios», expresó un analista político que pide estar atento al desarrollo de las sesiones del Concejo de Santa Marta, pues en esa discusión se pondrá a prueba no solo la estructura técnica del presupuesto, sino también la capacidad del alcalde para sostener la gobernabilidad que ha venido construyendo.
El debate se perfila como un punto central de la discusión fiscal para 2026: ¿cómo equilibrar inversión histórica en obras con el uso eficiente y transparente del resto del presupuesto público?