POR: REYNALDO MORA MORA
El contexto forma parte integrante del currículo, están imbricados, porque toda cultura tiene su propia identidad, porque una cultura sin identidad no es cultura. Esta relación continente -contenido no es una relación nueva, porque hay una influencia recíproca. Partiendo de esta reciprocidad, puede el currículo desenmascarar el burdo instrumentalismo presente en los procesos de formación. El currículo no es algo caído del cielo, ni la formación es una actividad que opera en vacío. El currículo es el arte según el cual una Institución Educativa se forma a sí misma. El currículo es la forma que adopta una interacción a partir de unos criterios que están condicionados por otros elementos. El currículo presenta la encrucijada y los desafíos de una institución, sus experiencias, y como tal es un texto reflexivo, parado en la obra y en la experiencia formativa de una institución. Entonces, estas apreciaciones nos llevan a matizar la influencia de la relación currículo y contexto, como realidades culturales, que deben movernos a la reflexión de propuestas que podrían convertirse en una banda de transmisión para contribuir a modificar esta relación como un conjunto de posibilidades de vida, estableciendo relaciones creativas, fortaleciendo procesos curriculares polifónicos orientados a favorecer la Formación Integral Contextualizada y Pertinente, FICP, como una de las características sobresalientes. Con ello recuperamos la idea de la formación como elevación del espíritu, lo que cabe pensar en la recuperación del papel de la familia, el Estado y la sociedad, lo que esta en el centro de nuestras preocupaciones para articular la vida cotidiana con la enseñanza de los saberes como aprendizaje formativo.
Con el Currículo Contextualizado y Pertinente, CCP, con la Investigación Acción Participación Curricular, IAPC, con la Formación Integral Contextualizada y Pertinente, FICP, y con la Nueva Cultura de la Evaluación, NCE, recuperamos la visión y la noción de la importancia del contexto con sus Problemáticas Sociales, PS, en la formación de buenos ciudadanos críticos y democráticos, como la herramienta formativa para lidiar con la realidad social. Entonces, reste despertar exige la dignidad de la participación significativa del contexto. Si no logramos encontrar una respuesta institucional a este desafío, eso redundará en una crisis de legitimidad del propio sistema educativo y en él la del currículo oficial, ya sea debido a la incapacidad de los saberes enseñables, o porque el consenso misional de las instituciones educativas se ve minado por un déficit democrático en la toma de sus decisiones.
Acertar con el equilibrio, por tanto, será lo que marque la diferencia entre el currículo oficial y nuestra perspectiva del CCP, y también lo que determine si lo que emerge como modus operandi son tensiones formativas o clausura frente a los ideales constitucionales de formar buenos ciudadanos. A este equilibrio podríamos calificarlo como una gobernanza curricular inteligente que transfiera capacidades a las instituciones educativas y obtengan una participación significativa por parte de la Comunidad Educativa en las cuestiones que le competen para fomentar al mismo tiempo la legitimidad y el consenso de la continuidad de los saberes ante las PS. Este equilibrio correcto variará en cada caso de acuerdo con el contexto de las instituciones educativas, porque son diferentes. Cada una de ellas tiene que reiniciarse sobre la base de sus propios contextos socioculturales.
Todas las problemáticas formativas curriculares son fuente de argumentación teórica y conceptual, es por ello, que se deben explorar desde un conjunto de interrogantes a tal efecto, a fin de que se concreten en preguntas cardinales, pues esto conduce a cuestiones de suma importancia, pues frente al encargo constitucional para con las instituciones educativas conviene ir aprendiendo el sentido de política curricular, que equivale a formar buenos ciudadanos críticos y democráticos. Esto, para llegar desanidar la muy extendida manifestación oficial, que señala, que lo cognitivo es lo relevante. Se trata de configurar un proceso profundamente crucial para la sociedad, porque es a su vez un complejo fenómeno sociocultural. Por ello, esta realización es muy importante. En estas problemáticas es interesante también destacar pensar lo propio, lo que precisa de una clarificación curricular-formativa para el replanteamiento que se debe hacer a nivel de áreas y contenidos de un determinado plan de estudios. Ahora bien, lo primero que uno debe hacer al acercarse a estas problemáticas es percatarse, cuán cerca está el currículo con el contexto. Por lo tanto, y de acuerdo con los aportes de los saberes enseñables podamos argumentar críticamente cada problemática identificada, pues esta situación enriquece el proceso de construcción curricular, lo que nos alerta frente al impacto misional o no de una Institución Educativa, lo que nos indica la necesidad de hacer un cuidadoso análisis del Plan de Estudios, para “mirar” que cada área haga interpretativamente su relación con las Problemáticas Sociales, PS, descubriendo nuevas facetas, de conformidad con la relación de la Escuela con el contexto, lo que forza nuestra atención para advertir la existencia o no de una asfixia instrumental en el Plan de Estudios. En este sentido es muy significativo el marco categorial presente en el quehacer de los constructores curriculares, lo que provoca condiciones reales para la enseñabilidad de las PS.
Teniendo en cuenta las necesidades del contexto, hemos de suponer, de acuerdo con lo que hemos venido exponiendo acerca del Currículo Contextualizado y Pertinente, que el concepto de currículo engloba un deber para con las instituciones educativas, en sentido amplio, dentro del cual cabrían, según la exposición de esta perspectiva de dar cuenta de las Problemáticas Sociales, PS, desde la enseñanza de los saberes, y para ello, podemos establecer su tipología como modalidades: 1. Saberes imperativos para con las necesidades de la sociedad, que son aquellos que asumen como un deber curricular-formativo es un mandato que se convierte en un diálogo constructivo entre docentes y estudiantes. 2. Saberes enseñables potestativos, que son aquellos que se asumen desde el currículo como una potestad de las instituciones educativas, en el sentido de enseñarlos independientemente de los lineamientos oficiales. 3. Saberes enseñables pertinentes, que son aquellos que conceden y expresan la manifestación de lo que es necesario enseñar y aprender. 4. Saberes enseñables declarativos misionales, que se caracterizan porque no se dirigen a empoderar capacidades, sino que tienen por objeto declara la existencia de la Misión institucional desde unos presupuestos teóricos, conceptuales y procedimentales.
A la vista de lo anterior, parecería lógico concluir que todos los saberes enseñables cumplen con los ideales constitucionales, legales e institucionales de permitir su conexión con la sociedad, en la comprensión de su naturaleza, lo que nos invita a pensar sí los saberes enseñables en espacios de tiempos (primer periodo, segundo, periodo…) son completos o incompletos, lo que nos llevaría a considerar su autonomía o dependencia de los lineamientos oficiales curriculares. El conocimiento curricular del contexto y sus Problemáticas Sociales, PS, deben responder a una relación teórico-práctica en el marco más amplio de formar buenos ciudadanos críticos y democráticos desde el apoyo pedagógico-didáctico y evaluativo de los saberes enseñables. Nuestra intención con el Currículo Contextualizado y Pertinente, es analizar su relación tomando como referente fundamental esas tensiones y dinámicas. En este devenir curricular formativo se producen teorías y prácticas que tienen como propósito especial acercarnos a la realidad social y a la función que cumplen los saberes, como significados cambiantes, según el discurso que promueva el docente crítico. El CCP, es un campo de debate académico e investigativo que ha atraído el interés de estudiantes en formación doctoral y de la comunidad intelectual en esta disciplina. Para ello cuenta con un importante bagaje de trabajos doctorales desde el campo intelectual de las ciencias de la educación en el contexto nacional e internacional que nos ayuda a identificar desarrollos sustanciales, por ejemplo, en la construcción de la Teoría Curricular Contextualizada y Pertinente.