La noticia bomba que no publiqué de un caso en los 90

 

Por Álvaro Cotes Córdoba

Una de las historias que más recuerdo de todas las que me tocó cubrir en la mitad de mi carrera como reportero judicial, cuando laboraba para dos medios locales de la ciudad de Santa Marta, uno impreso (El Informador) y el otro radial (Radio Galeón), en la década del noventa, es la de un falso venezolano que, supuestamente, había violado a diez mujeres que tenían sus maridos y hijos.

El término “supuestamente” no es porque no se configuró el delito, porque las violaciones sí ocurrieron, según confesaron en sus denuncias las víctimas y hasta el propio violador, luego de que lo capturaron.

Pero lo recuerdo más porque, a pesar de que se esclareció o fue enviado a la cárcel el responsable, me quedó la incertidumbre que todavía hoy, cuando escribo esta crónica sobre el increíble caso, aún no estoy convencido de que hubo una sola responsabilidad.

La duda razonable me quedó incrustada en la mente, cuando tuve acceso a la confesión del supuesto violador, en la cual soltó la bomba que si se hubiera publicado, no solo le habría causado un prejuicio moral a las víctimas, sino también una ruptura en sus matrimonios.

*Pero esa bomba se las tiro mañana, en una segunda entrega…*