El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) activó un plan de emergencia para reforzar la seguridad de sus guardianes en todo el país, luego de los recientes ataques armados registrados frente a la cárcel La Modelo, en Bogotá, y en el municipio de Palmira, Valle del Cauca, que dejaron dos funcionarios muertos y tres heridos.
Las medidas fueron adoptadas tras una reunión de carácter urgente en la que se decidió dotar al personal con camisas balísticas, cascos y chalecos de protección, además de incrementar los patrullajes en los establecimientos penitenciarios priorizados. Más de 300 miembros de los Grupos Especiales del Inpec participarán en estas labores, con apoyo de la Policía Nacional.
Asimismo, la entidad anunció el cierre perimetral de varias cárceles a nivel nacional y realizó una solicitud a Indumil para la entrega de armamento a los guardianes que cumplan con los requisitos establecidos por la ley.
Los atentados, perpetrados por sicarios que se movilizaban en motocicletas, ocurrieron en menos de 24 horas y han generado preocupación en las autoridades por el aumento de la violencia contra el personal penitenciario.
El Inpec reiteró su compromiso con la protección de sus funcionarios y aseguró que continuará trabajando junto a la Policía y el Ministerio de Justicia para evitar que se repitan hechos similares y garantizar la seguridad en los centros carcelarios del país.
