Octubre 3, 1904: Nace Charles Pedersen, Nobel de Química en 1987

Por PepeComenta

En los años 60, casi por accidente, sintetizó un conjunto de compuestos orgánicos con una estructura muy particular: un anillo flexible formado por grupos etilenoxi (-CH₂-CH₂-O-) y otros átomos de carbono, que denominó «éter corona» por su parecido con las coronas reales.

Pedersen y el autoensamblaje molecular (Imágenes tomadas de https://pubs.rsc.org/en/content/articlelanding/2017/cs/c7cs00128b/unauth y de https://www.wikiwand.com/es/articles/Autoensamblaje_molecular)
Pedersen y el autoensamblaje molecular (Imágenes tomadas de https://pubs.rsc.org/en/content/articlelanding/2017/cs/c7cs00128b/unauth y de https://www.wikiwand.com/es/articles/Autoensamblaje_molecular)

Charles John Pedersen fue un químico estadounidense nacido en Corea el 3 de octubre de 1904, quien gracias a sus trabajos en las denominadas «moléculas corona», compuestos interactivos capaces de reconocer y unirse de manera selectiva a iones metálicos, revolucionó la química orgánica y abrió el camino a la química supramolecular.

Pedersen estudió en la Universidad de Dayton y desarrolló toda su carrera en los laboratorios de DuPont. En los años 60, casi por accidente, sintetizó un conjunto de compuestos orgánicos con una estructura muy particular: un anillo flexible formado por grupos etilenoxi (-CH₂-CH₂-O-) y otros átomos de carbono, que denominó «éter corona» por su parecido con las coronas reales.

Lo llamativo de estas moléculas es que se comportaban como enzimas: reaccionaban seleccionando ciertos átomos o compuestos, especialmente cationes (átomos con carga positiva). Esta selectividad se debía a la disposición de dipolos dentro del anillo, que generaban zonas de carga negativa capaces de atraer y estabilizar iones metálicos en su centro. Además, el tamaño del anillo determinaba qué tipo de ion podía ser “encapsulado”, lo que les confería una precisión similar a la de las proteínas biológicas.
Aunque Pedersen no buscaba crear este tipo de compuestos, su hallazgo lo llevó a nuevas investigaciones y, eventualmente, a compartir el Premio Nobel de Química en 1987 con Donald J. Cram y Jean-Marie Lehn, por el desarrollo y utilización de moléculas con interacción altamente selectiva.
Las investigaciones posteriores ampliaron el uso de los éteres corona en múltiples campos:
1-Química supramolecular: Se convirtieron en modelos para diseñar sistemas que reconocen y se ensamblan con otras moléculas, como sensores, catalizadores y transportadores de iones.

2-Cristales líquidos: Se han usado para modificar la mesogenia (capacidad de formar fases líquidas ordenadas), generando nuevas mesofases al introducir cationes específicos.

3-Materiales luminiscentes: Han permitido la obtención de compuestos polinucleares con propiedades fluorescentes o fosforescentes, útiles en óptica y electrónica.

4- Aplicaciones ambientales y biomédicas: Se exploran como agentes para la captura de metales pesados, separación de iones, y en sistemas de liberación controlada de fármacos.

Pedersen falleció el 26 de octubre de 1989 en Salem, Nueva Jersey, pero su legado sigue vivo en cada molécula que, como sus éteres corona, reconoce y se une con elegancia a su objetivo.