Colombia debe un 63% de su Producto Interno Bruto, lo que equivale a unos 372.000 millones de dólares.
Son pocos los ciudadanos capaces de dimensionar una cifra de tal magnitud. Para tener una idea, con esa cantidad de dinero se podrían financiar unas 37 reformas tributarias como la que propone el Gobierno este año, a fin de recaudar 26 billones de pesos colombianos.
El notable endeudamiento y los problemas fiscales han generado una señal de alerta en los sistemas bancarios internacionales, que han subido sus tasas de interés ante el temor de prestar dinero a un país con grietas en sus cuentas.
Hace unas semanas, el Banco Popular divulgó un informe donde detalla que el país sudamericano carga a cuestas el lastre de una de las deudas netas más costosas del mundo.
La prima de riesgo -el valor extra frente a lo que paga Estados Unidos- que paga Colombia por sus deudas a 5 años, en un diferencial denominado CDS (Credit Default Swaps), ha subido hasta los 194 puntos, por encima de la de Brasil (153) o Chile (51).
No sobra recordar que para establecer este indicador se toma como referencia la salud y estabilidad del sistema financiero estadounidense, considerado el estándar global de seguridad y riesgo 0. Luego, todo se centra entre mediciones y dos conceptos: percepción y confianza.
El trabajo del banco privado, sin embargo, ha despertado comentarios por parte del Superintendente Financiero, César Ferrari: “No es tan alta como algunos dicen [la deuda]. Pero, además, lo importante es si la podemos pagar. Y claro, uno de los factores es que los intereses sean más bajos”, indicó el funcionario colombo peruano, allegado a los círculos económicos del presidente Petro.
Para ello, además, recordó que la deuda de los Estados Unidos hoy llega a 125% del PIB. Esta inquietante cifra es una de las grandes motivaciones que han llevado al presidente Donald Trump a reconfigurar el tablero de aranceles mundial.












