Colombia impulsa agenda laboral y social en escenario internaciona
En la apertura de la 20ª Reunión Regional Americana de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), celebrada en Punta Cana, República Dominicana, el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, presentó los avances del Gobierno colombiano en materia de derechos laborales, seguridad social y equidad en el empleo.
Sanguino destacó que, bajo el mandato del presidente Gustavo Petro, el país ha promovido reformas clave como la laboral y la pensional, junto con nuevas políticas de protección social que hoy benefician a millones de trabajadores. Según el funcionario, estas medidas han fortalecido la estabilidad laboral, impulsado la jornada justa, la igualdad salarial y la dignificación del trabajo.
El ministro subrayó también el respeto a la libertad sindical y la negociación colectiva como pilares de una democracia laboral efectiva, resaltando la formalización de más de 1,5 millones de nuevos empleos en sectores diversos, entre ellos plataformas digitales, trabajo doméstico, madres comunitarias, aprendices del SENA, artistas, periodistas y deportistas.
En su intervención, recordó que la reciente reforma pensional garantiza una pensión básica a tres millones de adultos mayores. Además, como uno de los principales países receptores de migrantes en el continente, Colombia adoptó una política laboral sustentada en los derechos humanos.

El encuentro, que se desarrollará de forma paralela a la Cumbre CELAC-Unión Europea en noviembre próximo en Santa Marta, incluirá la firma de un Memorando de Entendimiento Multilateral sobre Migración y Movilidad Laboral Digna. Este acuerdo contempla un sistema de reconocimiento de competencias laborales como primer mecanismo regional en la materia.
Sanguino propuso, además, la creación de un Fondo Regional de Innovación Laboral para financiar proyectos de economía popular de la población migrante, con el apoyo de organismos multilaterales como el BID, la CAF y el Fondo CAF.
Finalmente, el ministro reiteró el rechazo de Colombia al genocidio contra la población civil palestina, exhortando a la comunidad internacional a no guardar silencio frente a lo que calificó como una “enorme tragedia humanitaria”.












