Sanguino defiende la reforma laboral como un triunfo de derechos y participación popular

En el foro organizado por Revista CAMBIO, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, calificó la reforma laboral como un hito en materia de política social, destacando la recuperación de derechos, la formalización de miles de empleos y su carácter progresista.

En el foro “¿Cuáles son las reformas que necesita Colombia?”, organizado por Revista CAMBIO con el apoyo de Colpensiones, el Ministerio de Trabajo y el SENA, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, defendió con firmeza los alcances de la reforma laboral, asegurando que constituye “la reforma social más importante después de la Constituyente de 1991”.

Sanguino afirmó que se trata de “una reforma progresista, que se coloca del lado de los derechos de los trabajadores y se pone a tono con las nuevas realidades del mundo del trabajo”. Según explicó, aunque fue necesario sacrificar capítulos clave como los relacionados con el derecho a huelga, los derechos colectivos y el fortalecimiento sindical, el proceso de consulta popular le otorgó un carácter de participación democrática y popular, logrando la aprobación de una versión con mayor alcance social.

El ministro señaló que la reforma permitió la recuperación de derechos laborales y la creación de nuevos mecanismos de protección. Entre los resultados, destacó la laboralización de 400 mil aprendices jóvenes, quienes ahora cuentan con su primer empleo formal, así como la incorporación de más de un millón de trabajadores al sistema en menos de un año.

Uno de los impactos más visibles, añadió, fue la obligación de contratar con prestaciones sociales y cobertura en riesgos laborales a más de 440 mil trabajadores de plataformas de reparto, un sector marcado por la precarización laboral. Igualmente, se avanzó en la formalización de las madres comunitarias y de las trabajadoras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), quienes históricamente habían desempeñado sus funciones sin contrato formal.

El jefe de la cartera laboral también subrayó que la reforma estableció un esquema de incremento progresivo en los pagos de dominicales y festivos, corrigiendo lo que calificó como un perjuicio económico para los trabajadores durante más de dos décadas. “Cada trabajador, en estos 23 años de vigencia de la Ley 789, por recortes en dominicales, perdió en promedio 43 millones de pesos”, puntualizó.

Para Sanguino, el debate nacional generado en torno a la reforma es prueba de su trascendencia: “el gran legado del Gobierno Petro en política social fue haber puesto sobre la mesa una conversación nacional que activó una movilización popular sin precedentes”.

Con estas declaraciones, el ministro reafirmó que la reforma laboral marca un punto de inflexión en la historia social del país, al priorizar la formalización, la protección laboral y la dignificación del trabajo.

Y.A.