La arepa será protagonista en el XIII Encuentro Latinoamericano de Diseño y Alimentos

En Barranquilla, la cocina se convierte en punto de encuentro y reflexión. Del 6 al 10 de octubre, la Plaza de la Paz será el escenario del XIII Encuentro Latinoamericano de Diseño y Alimentos, un espacio que reunirá a investigadores, cocineros tradicionales y matronas de la región Caribe junto a expertos de distintos países.

El objetivo será compartir experiencias, saberes y visiones alrededor de la gastronomía, la cultura y el diseño, teniendo a la arepa como gran protagonista.

Durante cinco días, las jornadas estarán llenas de ponencias, talleres, conferencias y exposiciones que permitirán explorar cómo los alimentos reflejan la identidad de los pueblos. Matronas de Barranquilla, Galapa y Baranoa se unirán a voces internacionales para resaltar la riqueza de las cocinas tradicionales y su papel en la vida comunitaria.

Uno de los momentos más esperados será el taller ‘Aprovechamiento culinario del paisaje local’, a cargo de la investigadora mexicana Carolina Gutiérrez, que se llevará a cabo en la carrera 45 #48-31. Allí se abordará el recetario biocultural como herramienta de unión entre territorio y tradición, destacando cómo la cocina se convierte en memoria viva y en vehículo de sostenibilidad.

El encuentro se desarrollará bajo cinco ejes conceptuales: agua, tierra, aire, fuego y biodiversidad, elementos que guiarán las discusiones y prácticas en torno a la cocina como un lenguaje de identidad y resistencia.

La organización cuenta con el respaldo de la corporación ‘Sabores y Saberes’, dedicada a la preservación y promoción de la cocina tradicional. A través de sus líneas de divulgación, investigación y apropiación social, esta entidad ha impulsado que lo culinario trascienda lo doméstico y se consolide como motor de conocimiento, transformación cultural y orgullo comunitario.

Así, entre arepas, saberes y memorias, Barranquilla se confirma como un escenario donde la gastronomía se degusta, pero también se piensa, se diseña y se comparte como un patrimonio en constante evolución.