*Expertos llaman a cambiar rutinas y posturas antes de que esta condición siga afectando a millones de personas en el mundo.
Redacción Sociales
LA LIBERTAD
Inclinar la cabeza para ver el celular, ver a un adolescente atrapado horas frente a la consola o un adulto que, tras una jornada laboral, intenta recuperar energía levantando barras pesadas en el gimnasio, son escenas casi que infaltables en la cotidianidad de cualquier persona.
Si bien, para la mayor parte de la sociedad son momentos que hacen parte de la vida moderna, la realidad es que se han convertido en un factor determinante en el aumento de los casos de dolor lumbar, un problema que ya tiene en alerta a la Organización Mundial de la Salud.
Esta es la principal causa de discapacidad en el planeta y, en Colombia, ya ocupa el primer lugar como motivo de ausentismo laboral. De acuerdo a las cifras, en los próximos años la lumbalgia aumentará en un 36,4% a nivel mundial, y ocho de cada diez personas sufrirán este dolor en algún momento de su vida, lo que representa un impacto en 843 millones de seres humanos.
El neurocirujano colombiano Julián Zuluaga lo define como una crisis de salud pública que exige hablar de prevención, antes de que la curva siga creciendo.
Zuluaga insiste en que la clave está en lo más sencillo: ejercicio regular, alimentación equilibrada y hábitos de higiene postural. Sin embrago, advierte que hay dos enemigos recientes que están multiplicando los casos de hernias discales y dolores crónicos, como lo son el uso excesivo de dispositivos electrónicos y la moda de rutinas en los gimnasios, entre ellas el peso muerto.
Uno de los efectos más visibles de la vida digital es el llamado Síndrome de Text Neck, una afección causada por la flexión prolongada de la cabeza hacia las pantallas. Aunque pueda parecer un gesto inofensivo, cuando la cabeza está recta, la columna percibe un peso aproximado de 5 kilos, pero cuando se inclina 60 grados hacia adelante, la carga se dispara hasta 27 kilos.
Esa presión constante sobre la zona cervical genera tensión muscular y acelera la aparición de hernias discales. Lo más alarmante es que ya no solo se observa en adultos, sino en adolescentes y niños, una población que en teoría no debería padecer este tipo de lesiones.
¿Cómo evitar su impacto?
Los especialistas recomiendan ajustes simples, como elevar el celular a la altura de los ojos, mantener el cuello recto, limitar el tiempo de uso y realizar pausas frecuentes para relajar la zona del cuello y los hombros.
En el otro extremo, dentro del universo del fitness, surge el peso muerto, un ejercicio que divide opiniones y que ha sido aplaudido en revistas especializadas como la clave para lograr una musculatura fuerte y glúteos tonificados.
La práctica consiste en levantar una barra desde el suelo hasta la cadera y descenderla de nuevo, siendo para muchos el rey de las rutinas; lo cierto es que para Zuluaga, es el verdugo silencioso de la columna vertebral.
Los estudios más recientes lo respaldan. En un laboratorio biométrico espinal en Alemania, un voluntario sano fue sometido a mediciones de presión en sus discos lumbares; al estar sentado, la presión alcanzaba los 0,5 megapascales, pero al realizar una flexión de tronco con una carga de 20 kilos, la presión se disparaba hasta 2,5 megapascales, es decir, un aumento del 450%.
La conclusión es que la flexión de columna con sobrecarga es altamente lesiva, sin importar la técnica o el nivel de entrenamiento del deportista.
La experiencia clínica del doctor Zuluaga lo confirma, teniendo en cuenta que el 90% de sus pacientes menores de 30 años que presentan hernias discales han incluido el peso muerto en sus rutinas de gimnasio, incluso atletas profesionales y de alto rendimiento.
¿Se puede reemplazar?
Frente a este panorama, su recomendación es eliminar este ejercicio y reemplazarlo por alternativas más seguras como el hip thrust, la sentadilla búlgara o el step up, capaces de trabajar los mismos músculos sin exponer la columna a presiones extremas.
El dolor lumbar es descrito por muchos expertos como una “pandemia silenciosa”, porque avanza sin generar titulares, pero afecta profundamente la vida cotidiana de millones de personas. Por ello, la Organización Mundial de la Salud llama a los países a replantear la manera en que atienden las enfermedades de la espalda, con una visión que priorice la prevención desde la juventud para garantizar un envejecimiento saludable.
Zuluaga resume ese objetivo en dignidad, autonomía y calidad. En su visión, la medicina no debe conformarse con tratar las dolencias cuando ya aparecen, sino preparar a los jóvenes para llegar a la adultez sin dolor, capaces de moverse, trabajar y disfrutar de la vida sin depender de terapias constantes ni intervenciones quirúrgicas.
El reto está en cambiar la relación con la tecnología, adoptar hábitos posturales sanos y replantear el culto al gimnasio; solo así será posible darle un respiro a la columna y enfrentar, con inteligencia y disciplina, una de las crisis de salud más grandes de estos tiempos.