La cifra de fallecidos por el tiroteo ocurrido este domingo en la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Grand Blanc, ascendió a dos, según confirmaron las autoridades locales.
El ataque dejó además ocho personas heridas, varias de ellas en estado crítico, entre quienes se encuentran menores de edad. La identidad de la segunda víctima aún no ha sido revelada.
De acuerdo con la policía, el responsable —un hombre de 40 años de la localidad de Burton— embistió su vehículo contra el templo antes de disparar con un rifle de asalto contra los asistentes y prender fuego al lugar. El agresor fue abatido por agentes que acudieron al sitio.
El jefe de policía William Renye aseguró que el incendio fue provocado de manera intencional y advirtió que podrían hallarse más afectados una vez que se controle por completo la emergencia. El FBI desplegó cerca de cien agentes en la zona para apoyar en la toma de testimonios y avanzar en la investigación.
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, calificó el hecho como “devastador y escalofriante”, mientras que el presidente Donald Trump condenó el ataque y reiteró el llamado a frenar la “epidemia de violencia” en el país.
