A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores manifestó su rechazo a la decisión del Departamento de Estado de los Estados Unidos de revocar la visa del presidente Gustavo Petro y advirtió que esta “atenta contra los principios fundamentales del derecho internacional y de la carta de las Naciones Unidas”.
Según la Cancillería, la Organización de las Naciones Unidas, con sede en Nueva York, funciona bajo un acuerdo de sede que garantiza que los representantes de los Estados miembros puedan acceder al territorio estadounidense para participar en las sesiones multilaterales. Este principio, destaca el Gobierno, se basa en la inmunidad diplomática, la libertad de expresión y la obligación de permitir la participación de todas las delegaciones, sin importar sus posiciones políticas.
“El negar o revocar una visa como arma diplomática contradice el espíritu de la Carta de 1945”, advirtió la Cancillería, al señalar que este tipo de restricciones comprometen la independencia y libertad de los mandatarios en escenarios multilaterales.
En ese sentido, el Gobierno planteó incluso la necesidad de evaluar la posibilidad de que Naciones Unidas considere un país sede “completamente neutral”, que no condicione el ingreso de delegaciones por razones políticas.