Un nuevo cuerpo fue recuperado en La Escombrera, el sitio de inhumación clandestina ubicado en la Comuna 13 de Medellín, considerado la fosa común a cielo abierto más grande de América Latina. El hallazgo tuvo lugar el 25 de septiembre en medio de las excavaciones que adelanta desde hace más de un año el Grupo de Apoyo Técnico Forense (GATEF) de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Con este descubrimiento ya son siete los cuerpos encontrados en el lugar, donde se estima podrían reposar más de 400 personas desaparecidas, muchas de ellas víctimas de la Operación Orión. Según la JEP, los restos corresponden a un hombre joven y fueron localizados en una capa de tierra asociada al año 2002.
Las labores cuentan con la veeduría y el acompañamiento de organizaciones de víctimas como Mujeres Caminando por la Verdad, el Movice y la Corporación Jurídica Libertad, que destacan la persistencia de las familias buscadoras como motor de estos avances. “Cada hallazgo es un llamado a mantener viva la exigencia de verdad, justicia y memoria frente a la desaparición forzada”, señaló la Corporación en un comunicado.
Desde que se iniciaron las intervenciones en julio de 2024, cuatro de las víctimas halladas han sido plenamente identificadas y entregadas a sus familias. Otros dos cuerpos permanecen en análisis de Medicina Legal para establecer su identidad genética.
En este primer año de excavaciones, los equipos forenses han removido más de 43.000 metros cúbicos de tierra y escombros en un área de 10.700 metros cuadrados, tras la decisión de la JEP de ampliar la zona de búsqueda en mayo pasado.
El hallazgo refuerza la esperanza de cientos de familias que, después de décadas, aún esperan encontrar a sus seres queridos desaparecidos en medio del conflicto armado en la Comuna 13.