El licor adulterado deja 11 muertos y 13 personas hospitalizadas en Barranquilla

Barranquilla vive por estos días una tragedia silenciosa, que se expande como una sombra por las calles del centro y los pasillos de los hospitales. El consumo de licor adulterado en el sector del mercado público ya deja un saldo doloroso: 11 personas fallecidas, 13 más hospitalizadas —diez de ellas en cuidados intensivos— y solo un paciente ha logrado ser dado de alta.

La cifra estremece. Se trata de 25 personas intoxicadas, según el más reciente reporte de las autoridades sanitarias del Distrito. Algunas de las víctimas murieron en hospitales de la red pública; otras fueron encontradas sin vida en espacios públicos, en parques y esquinas de barrios populares, donde se vendía la bebida de manera clandestina.

De los fallecidos, ya se conocen los nombres de cinco: Ever Miranda Orozco, Helmot Enrique Escolar, José Felipe Crespo Ortiz, Emiro Alberto Miranda y Nicolás Manuel Medrano. Este último, según las investigaciones preliminares, habría sido la persona que preparó el licor en un lugar conocido como ‘El Boliche’, desde donde también fue distribuido.

El drama comenzó hace más de 48 horas, cuando se encendieron las alarmas por los primeros casos de intoxicación. Desde entonces, el Puesto de Mando Unificado (PMU) permanece activo, haciendo seguimiento a los pacientes y coordinando las acciones de respuesta.

Los análisis toxicológicos ya han confirmado lo que se temía: metanol, una sustancia tóxica utilizada en la elaboración de algunos licores artesanales, fue encontrada en al menos dos de los casos, incluido el del primer fallecido y el de un paciente que hoy sigue luchando por su vida en una UCI.

La situación ha movilizado también a las autoridades locales. La Alcaldía de Barranquilla, a través de la Secretaría de Gestión Social, anunció que se hará cargo de los gastos funerarios de las víctimas, mientras se avanza en la identificación del resto de los fallecidos.

Por su parte, el general Edwin Urrego Pedraza, comandante de la Policía Metropolitana, reiteró que el licor involucrado fue producido en condiciones artesanales y clandestinas. Incluso, se han detectado botellas de agua utilizadas como envases, lo que complica su identificación en el mercado ilegal.

“Este no era un punto de venta legal, ni un comercio abierto al público”, aclaró el general Urrego. “Hacemos un llamado a los ciudadanos para que alerten de inmediato sobre actividades sospechosas”, agregó durante una sesión del PMU.

La tragedia ha dejado en evidencia una red informal y peligrosa de producción de licor, que por ahora ya ha cobrado vidas. Las autoridades piden no bajar la guardia y evitar el consumo de bebidas alcohólicas sin procedencia certificada.