En los departamentos del Cesar y La Guajira, más de 700 excombatientes están dando pasos firmes hacia la vida civil con el acompañamiento de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), que lidera procesos de integración social, económica y política en la región.
De acuerdo con la directora territorial de la entidad, Ana María Ferrer, 719 personas forman parte activa de los programas implementados en ambos departamentos, incluyendo a 524 firmantes del Acuerdo de Paz. A través de estrategias articuladas, la ARN busca garantizar condiciones dignas para quienes dejaron las armas y hoy apuestan por una vida en la legalidad.
“Más allá de las obras visibles, este trabajo construye una paz profunda y duradera. Nuestro objetivo es que estas personas puedan vivir como cualquier otro ciudadano, con oportunidades reales y sin ser juzgados por su pasado”, explicó Ferrer.
Uno de los principales desafíos que enfrentan quienes están en proceso de reincorporación es la estigmatización. A pesar de haber cumplido con lo pactado en el Acuerdo, muchos siguen siendo señalados o excluidos en sus comunidades.
La ARN ha intensificado su trabajo en este frente, promoviendo acciones pedagógicas tanto en instituciones como en comunidades para romper estereotipos y recordar que los excombatientes también son ciudadanos con derechos plenos.
Entre los participantes del proceso hay mujeres de pueblos indígenas, afrodescendientes y raizales, así como hombres y mujeres interesados en incidir en la vida política de sus territorios. Esta realidad cobra relevancia en un contexto electoral, donde históricamente han sido blanco de amenazas o discriminación.
Ferrer insistió en que todos los colombianos, sin distinción, tienen derecho a participar en la democracia: “Estas personas también pueden aspirar a cargos públicos. Nuestro deber institucional es garantizar que lo hagan en condiciones de equidad”.
Zonas de reincorporación en la región
En La Guajira, los firmantes del Acuerdo se encuentran principalmente en el ETCR de Pondores, además de municipios como Maicao, Riohacha, Villanueva y El Molino. En el Cesar, se destacan zonas como San José de Oriente, en el municipio de La Paz, así como Valledupar, Codazzi, Pueblo Bello y Manaure.
A la par, la ARN acompaña a comparecientes de Justicia y Paz, exmiembros de la Fuerza Pública y beneficiarios del Programa de Atención Diferencial, brindando apoyo según las necesidades de cada caso.
Aunque la ruta hacia la reconciliación sigue enfrentando obstáculos, desde la ARN aseguran que el compromiso de los excombatientes y el respaldo institucional han permitido avanzar en la consolidación de territorios más seguros e inclusivos.
El proceso de reincorporación en Cesar y La Guajira es una muestra de que, con voluntad política y acompañamiento permanente, es posible transformar las secuelas del conflicto en oportunidades de construcción de paz.