Insultos bajo anestesia: el día que un paciente grabó a su doctora burlándose de él durante una colonoscopía

Lo que debía ser una rutinaria colonoscopía en una clínica de Virginia terminó siendo un caso de burla médica, difamación… y una demanda millonaria.

En 2015, un hombre identificado como D.B. se preparaba para el procedimiento bajo anestesia general. Como muchos pacientes precavidos, decidió grabar las instrucciones postoperatorias en su teléfono para no olvidar ningún detalle. Lo que captó, sin embargo, fue mucho más que recomendaciones médicas.

Durante la intervención, la anestesióloga Tiffany Ingham —sin saber que el paciente estaba grabando— comenzó a insultarlo, burlarse de una erupción genital e incluso sugirió falsificar su historial médico marcando hemorroides inexistentes. Los comentarios, de tono burlón y despectivo, fueron captados claramente por el dispositivo.

Indignado al escuchar el audio, D.B. demandó tanto a Ingham como a la clínica donde trabajaba, alegando difamación, negligencia médica y angustia emocional.

El caso llegó a juicio y, en un fallo que puso en el banquillo de los acusados a la ética médica, un jurado otorgó al paciente 500.000 dólares como compensación por los daños sufridos.

Este insólito episodio no solo evidenció una grave falta de profesionalismo, sino que también reavivó el debate sobre la confianza médico-paciente y el derecho a la dignidad, incluso bajo anestesia.