La interna del Pacto Histórico vive horas decisivas. Se acrecienta la posibilidad de que la consulta popular interna para escoger candidato presidencial quede suspendida, debido a profundas divisiones entre sus precandidatos y los recientes condicionamientos impuestos por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Este martes, Gustavo Bolívar y Susana Muhamad intensificaron sus críticas contra Daniel Quintero. Le advirtieron que, por “cuestiones éticas” —como el proceso judicial que le podría imponer una medida de aseguramiento—, no compartirían escenario si él participa; solicitaron a otros líderes que se pronuncien y definan si continuarán o se retirarán del proceso si él sigue adelante.
Bolívar sostuvo que hará una reunión clave con otros miembros del Pacto (como Carolina Corcho e Iván Cepeda) para definir el rumbo de la consulta interna y la continuidad de la coalición. “Si voy a la consulta y gana Daniel Quintero, tendría que apoyar a alguien que en dos meses estará enfrentando un juicio por corrupción. Ese es mi dilema: ético, no personal”, dijo Bolívar.
Por su parte, Susana Muhamad también cuestionó la postura de Quintero, citando su cercanía con personas implicadas en procesos de corrupción y señalando inconsistencias éticas en su coalición política.
Frente a esta tensión, el Pacto Histórico presentó una solicitud formal al CNE para aplazar la fecha de la consulta interna: originalmente prevista para el 26 de octubre, pretenden moverla al 23 de noviembre, y extender el plazo para la inscripción de candidatos hasta el 3 de octubre.
Sin embargo, algunos sectores advierten que el calendario electoral ya está fijado por la Registraduría y que cambiarlo podría generar riesgos de inseguridad jurídica y complicaciones logísticas.
Mientras tanto, Quintero pidió unidad: “Le pido reconsidere esta decisión. La unidad es la victoria”. Advirtió que dividirse sería entregar espacio al sectarismo.
Lo que está en juego:
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Cumplimiento del calendario electoral fijado por la Registraduría para consultas internas en octubre.
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La legalidad del reconocimiento condicionado del Pacto Histórico como partido político, que dejó fuera a Colombia Humana y Progresistas en la fusión reglamentada por el CNE.
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La coherencia ética que demandan algunos líderes frente a acusaciones judiciales, redes políticas y alianzas locales que podrían afectar la legitimidad del bloque.
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La capacidad de los precandidatos para mantenerse unidos pese a diferencias internas, que parecen profundas.