[EDITORIAL] Retos para los congresistas costeños  

En diferentes ocasiones hemos hecho alusión  en este mismo espacio editorial respecto a la necesidad urgente que los Senadores y Representantes costeños convoquen voluntades y unan esfuerzos para promover el desarrollo de nuestra región Caribe bajo un denominador común.

Si hasta ahora se ha hecho algo en ese sentido ha sido muy ínfimo, lo cierto es que no se ha observado un movimiento continuo y algunos proyectos, a los cuales se les auguró un promisorio futuro, se evaporaron rápidamente.

Teniendo en cuenta el numeroso grupo de congresistas que representan a los departamentos de la  región Caribe, no nos queda otra opción que recordarles tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, nuestra petición en el sentido de que trabajen unidos en procura de la solución de los grandes problemas que aquejan al Atlántico, Magdalena, La Guajira, Cesar, Bolívar, Sucre y Córdoba y también San Andrés y Providencia.

Precisamente, esa falta de unidad para defender a la región Caribe, le está abriendo espacios a la subestimación por parte del poder central, porque se está notando que a la Costa no se le ha teniendo en cuenta, cuando de favorecer a las regiones se trata,  comparada con lo que han recibido otros departamentos.

Existe un marginamiento que pesa y se ha podido apreciar en la asignación de recursos para proyectos de envergadura en nuestra región Caribe, lo que predomina es cierto conformismo entre los dirigentes de nuestros departamentos.

Otras regiones han alcanzado las metas propuestas, por la unidad con que sus dirigentes  actúan.

Es evidente que en la dirigencia costeña ha hecho falta esa tónica, por eso se espera que la nueva generación de dirigentes políticos, rompan ese crónico distanciamiento.

Los tiempos  cambiaron y el Atlántico y los demás departamentos de la región Caribe deberán estar en esa nueva onda, asimilando corrientes que le promuevan un destino que supere el atraso y que trace metas ambiciosas con realidades que le den a las comunidades las soluciones anheladas.

El hecho de haberse incrementado la representación de nuestros departamentos en el Senado y de una significativa llegada de nuevos integrantes de la Cámara, nos hace presagiar que de ahora en adelante las cosas puedan cambiar positivamente en favor de los más necesitados, si tenemos en cuenta que los congresistas de nuestra región son conscientes de los retos que estos deberán enfrentar.

No cabe duda que el  Congreso es el obligado a avanzar en el trámite de muchas iniciativas que favorezcan a la región Caribe, pero que por la falta del necesario impulso quedaron estancadas en anteriores legislaturas, tales como aquel proyecto de una obra tan importante como es la carretera marginal de río Magdalena, denominada Vía de la Prosperidad que se iniciaría en Palermo, municipio de Sitionuevo-Magdalena,  y culminaría en Aguachica en el sur del departamento del Cesar.

Así mismo se esperó de los actuales congresistas la responsabilidad que significa darle un impulso al desarrollo rural a nuestros departamentos, lo cual debió constituirse en una prioridad.

A quienes fueron favorecidos con los votos de los costeños les corresponde interpretar como debe ser, esa obligación encomendada y actuar activamente en la búsqueda del beneficio de sus representados por encima de los intereses personales y politiqueros.

Todo lo antes relatado es cuando en el horizonte ya se avisora el debate electoral para la conformación de un nuevo Congreso de la República.