Las obras en el Magdalena devuelven dignidad al pueblo y eso es lo que realmente importa: Claudia Aarón

Claudia Aarón, líder política y ex-diputada del Magdalena.

La exdiputada reivindicó su trayectoria política, relató las adversidades que atravesó y celebró el fallo del Consejo de Estado que permitirá a su hijo, César Andrés Pacheco Aarón, asumir una curul en la Asamblea. Además, resaltó que los avances en infraestructura educativa, universidades, mejoramientos viales, soluciones de agua potable y centros de salud son hoy la mejor respuesta para los magdalenenses, por lo que deben ser apoyados, reivindicados y dignificados a través de las obras.

La exdiputada del Magdalena Claudia Aarón nos concedió una entrevista con un mensaje claro: la política del departamento debe concentrarse en las obras que dignifican al pueblo y no en las peleas personales ni en los colores partidistas. “El Magdalena no necesita más confrontaciones, lo que necesita son obras que transformen la vida de la gente. Cuando se entrega un colegio, una vía o un centro de salud, lo que realmente se entrega es dignidad”, afirmó.
La dirigente recordó que su trayectoria política inició de la mano de Cambio Radical, partido con el que fue elegida durante tres periodos consecutivos como diputada y con el que alcanzó, en 2019, la votación más alta registrada en la Asamblea: 21.577 votos. Ese capital político la llevó a postularse como precandidata a la Gobernación, pero la dirigencia nacional de su partido negó el aval, lo que abrió una crisis que terminó con su salida. “Yo había recorrido el departamento con la promesa de que me entregarían el aval, pero finalmente se lo dieron a Mallath Martínez. Esa decisión frustró mi aspiración legítima y me obligó a buscar nuevos caminos”, relató.
De esa coyuntura nació una alianza femenina junto con Elizabeth Molina y la misma Martínez, que, según Aarón, se truncó por una “encuesta amañada” contratada a nivel nacional. “Fue un golpe bajo. Se acordaron municipios para la medición, pero nunca se hicieron las encuestas allí. Todo terminó convertido en un negocio y quedó evidenciada la trampa”, denunció.
Pese a esa derrota política, Aarón decidió no abandonar la lucha y, junto con sectores del Centro Democrático, Colombia Justa Libres y el Partido Demócrata, conformó la coalición Magdalena Grande. En ella impulsó a su hijo, César Andrés Pacheco Aarón, ingeniero civil de 28 años, como candidato a la Asamblea. “Mi hijo no tenía experiencia política, pero sí formación profesional y valores. Yo le entregué mi estructura, mi capital político, y juntos dimos la pelea”, recordó.
Sin embargo, la campaña se vio marcada por la tragedia más dolorosa de su vida: la masacre en la que fueron asesinados su hermano Luis Alberto, su sobrina de 10 años —también su ahijada— y la suegra de su hermano. “Ese crimen nos destrozó. Yo quedé paralizada, no pude seguir en la campaña y tuve que esconder a mis hijos por miedo. Fue un momento de absoluto terror”, narró con la voz quebrada.
Pese a todo, César Pacheco logró una votación cercana a los 14.000 sufragios, con la cual superó a varios candidatos. No obstante, en los escrutinios, denunció Aarón, se presentaron los llamados “chocorazos” que terminaron dejándolo por fuera. “En corregimientos como Paraíso, de Pivijay, una candidata sacó cifras imposibles, superiores incluso a las del alcalde del municipio. Esos votos la favorecieron y a nosotros nos quitaron la curul”, denunció.
Tras interponer denuncias penales y no ver avances, acudió a la vía de la nulidad electoral. El proceso tardó más de un año y medio en el Tribunal Administrativo del Magdalena, pero finalmente llegó al Consejo de Estado, que en segunda instancia ratificó la nulidad por doble militancia contra el diputado Alberto Mario Gutiérrez. “Hoy podemos decir que la justicia actuó. Esa curul es nuestra y le corresponde a mi hijo César Andrés asumirla”, celebró Aarón.
En ese mismo sentido, Claudia Aarón dejó claro que su acompañamiento no implicará injerencia en las decisiones políticas de su hijo. “Él no tendrá que hacer lo que yo diga o piense; si necesita un consejo en mi experiencia política lo tendrá, pero sus decisiones son suyas. Yo soy y seré siempre respetuosa de las decisiones que él tome desde su curul”, afirmó la exdiputada.
La dirigente aprovechó para enviar un mensaje sobre el papel que espera de su hijo en la Asamblea. “Él entrará con profesionalismo, con la formación que tiene como ingeniero civil y, sobre todo, con los valores que le inculqué. Su tarea será ejercer control político, estudiar los proyectos y tomar decisiones asertivas en beneficio del departamento. Magdalena necesita menos peleas y más resultados”.
En medio de sus reflexiones, Aarón hizo un balance de las obras que se están ejecutando en el departamento y que, según ella, representan la mejor manera de hacer política. “Como ciudadana me da alegría ver colegios en Fundación, en Plato, en Guamal, o la reconstrucción del San Juan del Córdoba en Ciénaga. También me emociona ver las vías terciarias que conectan municipios como Pedraza, Chibolo y San Sebastián. Eso es progreso real, eso es dignidad. Por eso digo que las obras son amores y el pueblo lo sabe reconocer”, expresó.
La exdiputada agregó que su satisfacción personal es mayor al recordar que votó a favor de proyectos de inversión que hoy están materializados. “Mi voto en la Asamblea no se perdió. Hoy se ve reflejado en colegios, en carreteras, en programas sociales. Eso me da tranquilidad y alegría”, comentó.
Finalmente, Aarón no descartó la aspiración de su hija María Claudia Pacheco a la Cámara de Representantes. “Estamos explorando esa posibilidad. Pero si lo hacemos, será en una lista con gente ética, con valores, con propuestas claras. El pueblo está cansado de la politiquería y de los vicios del pasado. Es hora de liderazgos frescos, de jóvenes, de ideas transformadoras”, señaló.
Con la inminente posesión de César Andrés Pacheco Aarón en la Asamblea, Aarón siente que se cierra un capítulo de injusticias y se abre otro lleno de retos. “Después de 20 años de servicio político, tengo claro que lo único que queda son las obras. Las peleas desgastan, las obras transforman. Y eso es lo que necesita hoy el Magdalena: resultados que cambien vidas”.
Por último, Aarón expresó su gratitud por el respaldo recibido y afirmó que tanto la justicia divina como la terrenal han obrado en su favor.
“Siempre he manifestado que nada somos sin Dios y que, a pesar de que me ha tocado afrontar las guerras más fuertes, las batallas más duras, como a David contra Goliat, siempre es Él quien va delante de mí y me da las fuerzas del búfalo”, aseguró.
Con evidente emoción, subrayó que su vida y sus logros están cimentados en la fe: “Por eso siempre vivo agradecida con Dios y la gloria de cada uno de mis triunfos se la doy a Él exclusivamente”.