Narcotráfico y minería ilegal: las dos economías ilícitas que superan sectores clave en el país

El narcotráfico mueve más recursos que las remesas y el café juntos, mientras la minería ilegal del oro emerge como un negocio aún más rentable en Colombia. // Foto: Imagen de referencia de minería ilegal.

Un informe del economista Daniel Mejía revela que en 2023 el narcotráfico representó el 4,2% del PIB colombiano, con ingresos que superaron los de las remesas y triplicaron los del café, mientras la minería ilegal del oro emerge como una actividad aún más rentable.

El peso del narcotráfico en la economía colombiana vuelve a encender las alarmas. De acuerdo con el economista y docente de la Universidad de los Andes, Daniel Mejía, en 2023 esta actividad ilegal representó el 4,2% del Producto Interno Bruto (PIB), con ingresos estimados en US$15.300 millones anuales, una cifra que supera lo recibido por el país en remesas en 2024 (US$11.800 millones) y que triplica los ingresos de la economía cafetera.

El académico presentó este informe en la Universidad de Georgetown, sustentado en cifras del Ministerio de Defensa y en cálculos basados en la producción potencial de cocaína, las incautaciones y los precios de venta en Estados Unidos, donde el valor de un kilo puede multiplicarse hasta 60 veces desde su producción en Colombia hasta su comercialización final.

“Las cifras de 2024 aumentaron, pero aún no son definitivas, porque la producción potencial y los cultivos aún no se conocen”, señaló Mejía, advirtiendo que los resultados podrían ser incluso más altos.

La importancia de este mercado ilícito no solo se mide en cifras. Según Mejía, el crecimiento del narcotráfico ha permitido a los grupos criminales organizados expandirse territorialmente, diversificar sus actividades logísticas y recrudecer prácticas como el reclutamiento forzado. Además, lo calificó como la mayor amenaza para la estabilidad democrática del país.

Los datos muestran también un cambio histórico en la incidencia de este negocio en la economía. En 2008, representaba el 2,3% del PIB, cayó a 1,2% en 2013, pero repuntó hasta alcanzar 4,2% en 2023. Su peso actual equivale al de todo el sector de la construcción, lo que da una dimensión de su magnitud.

Por su parte, el economista y periodista Silverio Gómez Carmona agregó que la minería ilegal de oro también se ha convertido en un motor de la economía ilícita, con exportaciones anuales estimadas en US$4.200 millones. Según sus cálculos, esta actividad mueve alrededor de $130 billones, equivalentes a un 7% del PIB. “La minería ilegal en oro es más rentable que el mercado de la cocaína. Los mafiosos usan el oro para lavar”, afirmó, al tiempo que reveló que grupos armados cobran hasta un 20% por garantizar la explotación ilícita.

La diferencia de precios es abismal: mientras un kilo de cocaína se vende en $5 millones, uno de oro puede alcanzar los $450 millones. La comparación refuerza la tesis de que la economía ilegal en Colombia va mucho más allá de los cultivos ilícitos y el tráfico de drogas, y que sectores como la minería aurífera representan una amenaza aún mayor por su impacto ambiental, social y financiero.

A pesar de estas cifras, tanto el narcotráfico como la minería ilegal continúan siendo un enigma económico: se trata de estimaciones aproximadas que probablemente se queden cortas frente a los ingresos reales. Lo cierto es que, como lo advierten los expertos, ambos negocios ilícitos no solo distorsionan la economía formal, sino que fortalecen estructuras criminales que desafían la gobernabilidad y la seguridad del país.

Y.A.