*La samaria de 27 años conquistó el Miss Petite Mundial, reafirmando que la belleza, el carisma y el impacto social no se miden en centímetros.
Redacción Sociales
LA LIBERTAD
La historia de los reinados de belleza ha estado marcada por mujeres de gran estatura, cuerpos estilizados y rasgos casi que perfectos, idea que durante décadas se consolidó como el modelo de lo que debía ser aceptado en este tipo de eventos.
Por fortuna, certámenes como el Miss Petite Mundial han irrumpido con fuerza para cuestionar esos esquemas y abrir un escenario incluyente en el que la altura no define la grandeza de una mujer.
En consecuencia a eso, este fin de semana, en Cartagena, se vivió la final de este concurso, donde fue coronada la joven Mayda Jiménez Olarte, representante de Colombia, como la nueva soberana internacional, un triunfo que simboliza precisamente ese cambio que la comunidad ha pedido y que abre camino a una nueva visión de los reinados.
Nacida en Santa Marta y con 27 años, Mayda se convirtió en la protagonista de una gala final que reunió a representantes de distintos países. Su proceso de preparación estuvo respaldado por la Escuela de Reinas Queen by Luigi, donde pulió las habilidades que la llevaron a conquistar al jurado.
En conversación con Diario LA LIBERTAD, describió la experiencia como un encuentro multicultural que se llevará siempre en su corazón. “Convivimos con chicas de distintos países, compartimos tradiciones y también realizamos actividades sociales y ambientales. Visitamos fundaciones de mujeres cabeza de hogar, hicimos jornadas de limpieza de playas y muestras culturales. Fue una semana intensa, llena de aprendizajes”, relató.
Pero la corona no fue su único triunfo; la samaria obtuvo el reconocimiento de ‘Mejor Talento’ al presentar un baile contemporáneo inspirado en la autenticidad y la fortaleza emocional, dos valores que ella considera esenciales en la vida de cualquier mujer.
En la pasarela de traje típico, eligió rendir homenaje a la identidad caribeña con un diseño alusivo al sombrero vueltiao, símbolo de la tradición Zenú y del orgullo colombiano.
El camino, sin embargo, no estuvo libre de retos. Ella reconoció que la mayor dificultad fue mantener la confianza en sí misma en medio de la presión que generan estos escenarios. “Siempre hay pensamientos negativos, dudas, pero tuve el apoyo de mi familia y de mis amigos. Mi disciplina me permitió no dejarme caer”, expresó.
Su proyecto social, centrado en la conservación ambiental y el empoderamiento femenino, también le dio un valor agregado en el certamen, pues en Santa Marta, ha trabajado en iniciativas de concientización sobre el cuidado del agua, la energía y el reciclaje, así como en procesos de fortalecimiento emocional para mujeres.
“Todas tenemos una voz potente que puede abrir caminos. El amor propio es la base para cumplir los sueños y no dejarse pisotear”, afirmó.
“La grandeza va en el corazón”
Sin embrago, fue en la esencia del concurso donde Mayda encontró el verdadero significado de su triunfo. Al medir 1.60 metros, se ajustaba a los límites de estatura permitido en el Miss Petite Mundial, una condición que en otros certámenes habría sido motivo de exclusión.
“Las mujeres de baja estatura hemos sido estigmatizadas. Muchas veces nos dicen que no podemos ser reinas, que no luciremos bien en la pasarela o en una fotografía. Este concurso rompe con esas creencias y demuestra que también podemos brillar”, aseguró.
Con un carisma que contagia y una oratoria natural, la samaria convenció al jurado y al público de que una reina no es solo un rostro o una figura, sino que implica tener luz propia, conectar con la gente e inspirar, lo que realmente permitirá dejar una huella.
Durante la concentración del evento, que tuvo como lugar el Hotel Sonesta, su dominio del inglés le permitió desenvolverse con soltura, un detalle que sumó confianza y cercanía en las distintas actividades de la agenda.
El triunfo de Mayda Jiménez no solo le entrega a Colombia una nueva corona internacional, también reafirma un cambio de paradigma en la manera en que se entienden los certámenes de belleza en la actualidad.