Con menos Estado y más eficiencia, Colombia crecerá. Eliminaremos agencias inútiles, consejerías duplicadas y embajadas innecesarias. Defenderemos la propiedad privada y el libre mercado, desmontando decretos que hoy frenan la inversión y el desarrollo. Los invito a ver mi… pic.twitter.com/ckTpzL40mH
— María Fernanda Cabal (@MariaFdaCabal) September 21, 2025
Por David Awad
Con un discurso frontal, firme y profundamente crítico del actual gobierno, la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, se consolida como una de las figuras más visibles y controversiales de la oposición, proyectándose como una de las principales precandidatas presidenciales para 2026.
Cabal no solo ha construido una carrera política marcada por la confrontación y la defensa de posturas conservadoras, sino que ahora, más que nunca, se muestra decidida a «poner en orden la casa», como ella misma lo afirma
María Fernanda Cabal no es nueva en el escenario político colombiano. Su paso por el Congreso ha estado caracterizado por un estilo directo, polémico y sin rodeos, que ha captado tanto fieles seguidores como duros detractores. Desde el Senado ha defendido abiertamente la fuerza pública, ha cuestionado la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), ha denunciado lo que califica como el “modelo fracasado del socialismo del siglo XXI”, y ha impulsado una agenda basada en la seguridad, la libertad económica y los principios tradicionales.
Con experiencia tanto en el sector público como en el académico y el empresarial, Cabal se presenta como una mujer que conoce el país “rincón a rincón” y que entiende de primera mano las problemáticas del ciudadano común. A pesar de la intensa guerra de desinformación y ataques personales que denuncia en su contra, mantiene su hoja de ruta clara: llegar a la Presidencia en 2026, no para gobernar con tibieza, sino para reconstruir la autoridad del Estado y devolverle la confianza al ciudadano.
Esta es una de sus más recientes afirmaciones, publicada en su cuenta de X, generando revuelo nacional:
“La JEP se tiene que acabar. El desequilibrio es total, 14 mil miembros de la Fuerza Pública a los que no se le ha permitido la renuncia a la persecución penal, mientras tiene 9 mil guerrilleros con amnistías e indultos.”
Con esa frase, Cabal reabrió el debate sobre el funcionamiento y la legitimidad de la Jurisdicción Especial para la Paz, una de las piezas clave del Acuerdo de Paz con las FARC. En su visión, la justicia transicional ha fallado en brindar igualdad de trato y ha terminado protegiendo a exguerrilleros mientras somete a militares a procesos eternos y desgastantes. Su propuesta es clara: cerrar la JEP y reemplazarla por una justicia que garantice imparcialidad y respeto por la institucionalidad.
En múltiples intervenciones, Cabal ha reiterado que su prioridad número uno será restablecer el orden y la seguridad, en un país donde, asegura, el crimen ha ganado terreno mientras las fuerzas del Estado han sido debilitadas.
Propone medidas como:
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- El regreso del porte legal de armas para ciudadanos que cumplan requisitos, como herramienta de defensa personal.
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- Fortalecimiento del Ejército y la Policía, incluyendo la reactivación de los batallones de alta montaña.
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- Uso intensivo de tecnología militar de punta, en cooperación con aliados estratégicos como Israel.
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- Revisión total de la política antidrogas, incluyendo el retorno de la fumigación aérea con glifosato.
Para Cabal, la llamada “paz total” del gobierno Petro no es otra cosa que una “entrega total” a los grupos ilegales. En su visión, la paz se construye con justicia, autoridad y control territorial, no con negociaciones sin resultados.
Economía sin dogmas: crítica frontal a la reforma tributaria
La senadora también ha levantado su voz contra la reforma tributaria impulsada por el presidente Gustavo Petro, la cual califica como un “atentado contra los hogares de clase baja y media, y un castigo para los emprendedores”.
En un extenso hilo publicado en X, Cabal detalló su análisis:
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- Criticó el aumento de impuestos a combustibles y transporte, que impactaría la canasta básica.
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- Rechazó la extensión del IVA al aguardiente y a juegos de azar, que afectaría a sectores populares.
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- Se opuso al nuevo impuesto al patrimonio desde los $2.000 millones, que afectaría a pequeños empresarios.
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- Advirtió que los tributos a herencias comunes y al sector carbonífero generarían incertidumbre para la inversión.
Para Cabal, el problema no es la falta de impuestos, sino el despilfarro del Estado. Su visión económica apuesta por reducir el tamaño del Estado, liberar la economía y fortalecer la empresa privada.
Controversias y ataques personales
En medio de su ascenso como precandidata, Cabal ha sido blanco de controversias mediáticas. Recientemente, María Claudia Tarazona, viuda del asesinado Miguel Ángel Pinto Tarazona, la acusó de amenazas, una denuncia que muchos calificaron como un intento de politizar un duelo personal. Cabal negó rotundamente las acusaciones, mientras sectores del país interpretaron el episodio como una jugada mezquina y oportunista.
“Gobierno de la gente buena”: así se ve gobernando
La senadora insiste en que su eventual gobierno sería uno “de la gente buena”, de principios, sin miedo y sin dobleces. Con su esposo, José Félix Lafaurie, a quien reconoce como una pieza invaluable para su proyecto político, Cabal se propone recuperar lo que considera los valores fundamentales de la nación: fe, orden, trabajo, y respeto por la autoridad.
Rechaza las alianzas oportunistas, critica a políticos que califica de “camaleónicos”, y deja claro que no se aliará con quienes —según ella— traicionaron la voluntad popular.
En medio de un panorama político polarizado y con una ciudadanía cada vez más escéptica, María Fernanda Cabal se perfila como una de las voces más contundentes de la derecha colombiana. Su postura es clara, ‘no ser cola de león, sino cabeza de nación‘.
Con una combinación de experiencia, carácter y discurso de orden, busca liderar un proyecto que rompa con lo que llama “el populismo destructivo”, apostándole a una Colombia segura, productiva y soberana.
Aún falta camino para las presidenciales de 2026, pero una cosa es cierta: Cabal no pasará desapercibida, ni dejará de pelear por lo que cree, cueste lo que cueste.