El más reciente informe de Barranquilla Cómo Vamos expone que, mientras la población apenas crecería en 200 habitantes, el turismo muestra un dinamismo notable gracias a la agenda cultural y deportiva.
La capital del Atlántico enfrenta un panorama contrastante en materia de desarrollo: mientras el crecimiento poblacional se mantiene prácticamente estancado, el turismo surge como un motor clave de la economía local. Así lo reveló este lunes la iniciativa ciudadana Barranquilla Cómo Vamos durante la presentación de sus más recientes indicadores de calidad de vida.
Crecimiento demográfico mínimo
De acuerdo con las cifras entregadas, entre 2024 y lo corrido de 2025, Barranquilla apenas espera aumentar en poco más de 200 habitantes, una cifra que evidencia un claro estancamiento en el crecimiento poblacional de la ciudad.
Expertos consultados advierten que esta tendencia refleja dinámicas de migración interna hacia municipios vecinos del área metropolitana y la disminución en las tasas de natalidad, fenómenos que ya se venían registrando en los últimos años.
Turismo en alza por las eliminatorias
En contraste con la población, el turismo deja datos alentadores. Según el informe, el 50 % de los visitantes que llegan a Barranquilla deciden quedarse en la ciudad, motivados por la agenda cultural y deportiva, en especial las recientes jornadas de las eliminatorias rumbo al Mundial 2026.
El gasto promedio de estos visitantes se ubica en 280.000 pesos diarios, excluyendo alojamiento y transporte, una cifra que refleja la dinamización de sectores como la gastronomía, el comercio y el entretenimiento.
Un reto de ciudad
El directorio de Barranquilla Cómo Vamos resaltó que el desafío para la administración distrital será aprovechar el buen momento del turismo para generar empleo formal y atraer inversión, al tiempo que se diseñan políticas que hagan más atractiva la ciudad para retener y aumentar su población.
“El turismo es hoy uno de los motores más visibles de la economía barranquillera, pero no podemos descuidar la sostenibilidad demográfica ni los retos sociales que trae consigo una ciudad que apenas crece en población”, advirtió la vocería de la iniciativa.
Conclusión
El informe muestra una Barranquilla de contrastes: estancada en población, pero en auge como destino turístico. Las autoridades locales ahora tienen la tarea de transformar estas cifras en políticas públicas que consoliden un desarrollo equilibrado, sostenible y con impacto directo en la calidad de vida de los barranquilleros.