Jessica Biscaia, una niña de tres años, fue secuestrada, torturada y asesinada en Setúbal, Portugal, en un caso que ha conmocionado al país. Según las investigaciones, la madre de la menor había contratado a Ana Cristina, conocida como “bruja Tita”, para realizar trabajos de brujería que mantuvieran su relación amorosa, pero no pagó una deuda de 400 euros.
En represalia, Ana Cristina, junto a su esposo y su hija, secuestraron a Jessica, la retuvieron por cinco días, la drogaron y la golpearon brutalmente, provocándole múltiples heridas que finalmente causaron su muerte. La autopsia reveló hematomas en todo su cuerpo y cabellos arrancados.
Los agresores fueron detenidos y enfrentan cargos por homicidio calificado, secuestro y extorsión, mientras que la hija de la pareja fue acusada de omisión al no denunciar ni buscar ayuda.
La madre de Jessica también está siendo investigada por posibles responsabilidades, ya que durante el secuestro afirmó que la niña estaba en una colonia de vacaciones para evitar que le quitaran la custodia.
El funeral de la menor estuvo marcado por protestas de vecinos y tensión familiar, mientras las autoridades revisan posibles fallos en el sistema de protección infantil.