La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) defendió este jueves la primera gran sentencia restaurativa contra el último secretariado de las FARC, al que responsabilizó por la política sistemática de secuestros y condenó a ocho años de sanciones restaurativas.
El tribunal transicional subrayó que no se trata de un fallo simbólico, sino de un compromiso real de reparación que debe cumplirse con acciones concretas: búsqueda de desaparecidos, proyectos de memoria, recuperación ambiental, desminado humanitario y trabajo comunitario en zonas golpeadas por el conflicto.
Lo que dijo la JEP
El presidente de la jurisdicción, Alejandro Ramelli, explicó que la sentencia busca “restaurar el daño causado y dignificar a las víctimas con verdad, reconocimiento y acciones reparadoras”.
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Reconocimiento de responsabilidad: los excomandantes admitieron su rol en la política de secuestros y pidieron perdón a las víctimas.
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Sanciones restaurativas: durante ocho años deberán cumplir trabajos de reparación en lugar de penas de prisión.
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Participación de víctimas: la JEP destacó que más de 1.000 testimonios fueron clave para documentar los crímenes y orientar las medidas impuestas.
Reacciones encontradas
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Dolor de las víctimas: muchos consideran que la ausencia de cárcel es una afrenta y hablaron de una “sensación de impunidad”.
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Defensa del modelo: el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, respaldó la decisión recordando que el Acuerdo de Paz pactó un sistema restaurativo sin prisión para quienes reconozcan verdad plena.
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Expectativa social: la JEP aseguró que el éxito de esta sentencia dependerá de que los proyectos restaurativos se cumplan en el terreno y con resultados verificables.
Retos de implementación
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Transparencia y seguimiento: la jurisdicción deberá garantizar que la sociedad y las víctimas puedan constatar avances reales.
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Recursos y logística: los proyectos de desminado, búsqueda de desaparecidos y reparación simbólica requieren financiamiento, coordinación y voluntad política.
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Legitimidad: si las sanciones se cumplen, la JEP podría consolidar su credibilidad; si fracasan, aumentará la desconfianza hacia la justicia transicional.
Un precedente para la paz
La JEP recordó que esta es la primera sentencia restaurativa de alto nivel y que su cumplimiento será un punto de inflexión para el modelo de justicia transicional colombiano.
“El país debe entender que la justicia restaurativa no es impunidad, sino una apuesta por reparar a las víctimas y evitar que estos horrores se repitan”, concluyó Ramelli.