Con el propósito de garantizar la salud de los ecosistemas costeros y reducir los riesgos asociados a la contaminación, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (C.R.A.) adelanta una campaña de seguimiento a la calidad del agua en distintos puntos del litoral del departamento.
La iniciativa, desarrollada en conjunto con el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), incluye monitoreos en playas, ciénagas y desembocaduras de ríos. Allí se revisan parámetros como la temperatura, el nivel de oxígeno, la salinidad y la presencia de metales pesados, hidrocarburos, bacterias y microplásticos.
Los operativos, realizados durante los primeros días de septiembre, abarcaron zonas claves como Puerto Mocho, Caño Dulce, Punta Astillero, Santa Verónica, Puerto Colombia y la Ciénaga de Mallorquín, además del río Magdalena. En varios de estos puntos también se tomaron muestras de arena y sedimentos para detectar trazas de plaguicidas y otros contaminantes.
De acuerdo con Ayari Rojano, subdirectora de Gestión del Riesgo y Cambio Climático de la C.R.A., el trabajo permitirá contar con información actualizada para orientar decisiones ambientales, apoyar a las comunidades costeras y anticiparse a fenómenos globales como la acidificación oceánica.
La funcionaria resaltó que la protección de las aguas no solo tiene un valor ecológico, sino también social y económico: “La pesca, el turismo y la navegación dependen de un mar sano, y a la vez la salud de las personas está ligada a la calidad del agua que consumen o en la que se bañan”.
Si bien los resultados de laboratorio aún están en procesamiento, la corporación anticipó que los informes servirán para diseñar nuevas estrategias de conservación, mejorar la gestión del recurso hídrico y fortalecer la resiliencia frente al cambio climático en el Atlántico.