Colombia vuelve a ser epicentro del debate internacional por su lucha contra el narcotráfico, luego de que Estados Unidos descertificara al país en esta materia.
La decisión encendió un cruce de declaraciones entre el presidente Gustavo Petro y su antecesor, Iván Duque.
En una alocución pública, el presidente Petro responsabilizó directamente al gobierno anterior del crecimiento de cultivos de hoja de coca.
“En mi gobierno hemos erradicado 25.000 hectáreas de forma voluntaria. A diferencia del gobierno de Duque, aquí el campesinado no vuelve a sembrar”, aseguró el mandatario.
La respuesta de Iván Duque no tardó. A través de sus redes sociales, el expresidente le pidió a Petro «calmarse y respirar», recordándole que “a usted es al que descertificaron”. Duque enumeró las razones por las cuales, según él, el actual gobierno recibió esa sanción:
- Eliminación de la erradicación forzosa
- Desmonte de la aspersión aérea
- Incautaciones en mínimos históricos
- «Narcos convertidos en gestores de paz»
“Durante mi mandato erradicamos 100.000 hectáreas al año. Petro fijó una meta de 10.000… y ni eso cumplió”, señaló Duque, quien añadió que Colombia pasó de una política integral de lucha contra el narcotráfico a lo que calificó como una estrategia “galáctica” sin resultados.
La discusión en cifras
Duque citó estudios del exsecretario de seguridad Daniel Mejía y presentó gráficas de fuentes oficiales para sustentar su postura. Aseguró que los cultivos ilícitos aumentaron más de 40% desde 2022 y que las incautaciones no compensan el alza de la producción de cocaína.
En contraste, el gobierno Petro defiende su estrategia de erradicación voluntaria y de transición hacia políticas más humanas, afirmando que “la guerra contra las drogas fracasó” y que Colombia necesita un enfoque basado en la justicia social.
¿Y la descertificación?
La medida de EE. UU. no conlleva sanciones automáticas, pero sí afecta la imagen internacional del país y puede impactar el respaldo financiero y técnico para programas antidrogas. Duque fue enfático:
“La descertificación no es contra Colombia, es contra el desgobierno de Petro”.
El debate reabre la discusión sobre la necesidad (o no) de retomar la aspersión aérea, fortalecer la erradicación forzosa y redefinir la cooperación con EE. UU. Mientras tanto, el país queda atrapado entre dos visiones radicalmente opuestas para enfrentar uno de sus problemas más estructurales.