En el marco del mismo Congreso Internacional de Lucha contra el Secuestro y la Extorsión, el secretario de la Oficina de Seguridad Distrital, Yesid Turbay, resaltó la necesidad de que el sector privado juegue un papel activo en la identificación de vulnerabilidades y en la colaboración con las autoridades.
“Frente a esto nuestras respuestas deben ser dobles y complementarias. Primero, atender de manera prioritaria y humana a cada víctima. La denuncia, la protección policial y las medidas de apoyo psicosocial no son complementos, son la esencia del trabajo del Estado para restituir la autonomía y proteger la vida. Segundo, pensar estrategias de Estado que desarticulen las estructuras criminales y mitiguen los efectos económicos y sociales de la extorsión. Cuando un comerciante o un emprendimiento local es extorsionado, lo que se ataca no es solo su patrimonio, se condiciona el funcionamiento de pequeños negocios, se limita el empleo y la inversión, y se erosiona la cotidianidad de barrios enteros”, explicó el funcionario.
Turbay insistió en que la lucha contra este delito requiere unir esfuerzos desde todos los sectores sociales y aprovechar el espacio del congreso para fortalecer la cooperación en la región Caribe y a nivel internacional.
