El presidente venezolano alertó que el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe busca un cambio de régimen y representa un problema de alcance internacional.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este martes que las llamadas “amenazas militares” de Estados Unidos contra su país, en referencia al despliegue de tropas en el mar Caribe, constituyen un “problema internacional” y no solo un asunto interno.
Durante la instalación del Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz, el mandatario alertó sobre una supuesta “amenaza de guerra en el Caribe contra Venezuela”, que tendría como objetivo forzar un cambio de régimen e imponer un “gobierno títere” favorable a Washington. “Este no es un problema nacional, este es un problema de carácter internacional”, afirmó.
Maduro acusó a EE.UU. de librar una “guerra multiforme” contra Venezuela y de intensificar, en las últimas cinco semanas, lo que calificó como una “amenaza criminal e inmoral”. Según él, esta situación ha despertado un “espíritu patriótico” en la población: “Hoy por Venezuela lo que corre es un fervor patriótico de amor profundo por el derecho que tenemos a la paz, por el derecho que tenemos a la soberanía, a la autodeterminación”.
El jefe de Estado negó que el país atraviese una “grave crisis política”, a pesar de que su reelección en 2024 ha sido rechazada por gran parte de la oposición, que la tilda de “fraudulenta”. En su discurso, hizo un llamado a la unión nacional, “por encima de distingos políticos, ideológicos, de colores, de culturas, de razas y de religiones”, como vía para enfrentar la presión estadounidense.
El Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz, conformado por distintos sectores sociales y con el respaldo del Parlamento controlado por el chavismo, tendrá como misión defender la soberanía en los terrenos diplomático, jurídico y político.
Por su parte, Washington ha justificado el incremento de su presencia militar en el Caribe sur como parte de su estrategia contra el narcotráfico proveniente de Venezuela. En la zona operan al menos ocho buques de guerra, un submarino nuclear de ataque rápido y más de 4.500 soldados.
Maduro advirtió que el país se encuentra en una etapa de “lucha no armada”, pero subrayó que, en caso de ser atacado por lo que calificó como el “imperio estadounidense”, Venezuela pasará “inmediatamente” a la “lucha armada” para enfrentar “al grupo yanqui invasor”.